Confirmando lo que hemos venido comentando a medida que avanzaba la realización de esta segunda edición de Monte Sabores, la conclusión es que, de acuerdo a la calificación generalizada, superó el promisorio debut que tuvo el año anterior.
La concurrencia fue en aumento cada día alcanzando la masividad el domingo cuando el estado del tiempo presentó mejores condiciones.
Se respiró un buen clima, fue notoria la conformidad y el buen ánimo de los visitantes, vecinos y turistas, en su mayoría de la zona, que llegaron en buen número.
Todos coincidieron en resaltar la amabilidad y la buena disposición en la atención de los puestos y en los carros, en donde, además, ofrecían una degustación de su propuesta gastronómica a todo aquel que se acercaba.
Muy destacable la ambientación del amplio sector dispuesto al aire libre, donde la gente encontraba comodidad y espacio a la hora de comer y beber.
Se consolidó uno de los objetivos centrales del evento, el de la integración, sustentada en la participación de productores regionales instalados en los puestos, cuya cantidad aumentó considerablemente esta vez.
Así, se puedo observar la presencia de emprendedores de Coronel Dorrego, General Madariaga, Tandil, Tres Arroyos, Médanos, Pigüé, Bahía Blanca, Coronel Pringles y Coronel Suárez, además de los de la ciudad, con alfajores, dulces y mermeladas artesanales. También una bodega mendocina promocionó sus vinos.
Hubo quienes lamentaron la superposición de la fecha elegida con la de la Fiesta del Olivo en Coronel Dorrego, lo que, en casos, los obligó a optar y en otros a desplegar una logística específica para estar en ambas.
En ese sentido, adquiere importancia lo dicho por el secretario de Gobierno, Hernán Arranz, cuando se refirió a la necesidad de “generar un nexo con los demás municipios de la zona para armar un calendario en el cual tengamos 10 o 15 fiestas totalmente diagramadas”.
Aunque hubo algunas quejas por los precios de la comida o de la entrada, parecen no tener sustento ya que la consumición oscilaba entre razonables 900 y 1.200 pesos y el valor pagado al ingreso, 1.000 pesos por cada mayor de 11 años, podía recuperarse al momento de pagar lo consumido dentro del predio.
En resumen, desafío ampliamente superado el de esta reedición de la feria gastronómica que llegó para instalarse de modo definitivo en el calendario turístico de Monte Hermoso y consolidarse como la más importante de la región.