El consumo de carne de cerdo sigue en lento pero sostenido aumento en Argentina, impulsado en muchos casos más por su precio menor que por un cambio de preferencia respecto a la de vaca.
En la búsqueda de recetas con cortes de cerdo como protagonistas centrales reflotamos un plato muy popular en bodegones y restaurantes: los bifes de cerdo a la riojana, también mencionados como costillas, costillitas o costeletas de cerdo.
Aunque la procedencia de esta preparación siempre estuvo en duda, suponiendo que podía ser originario de La Rioja del norte de España, ya se sabe que es bien argentina y con una historia similar a la de otras recetas surgidas de la improvisación, como la argentinísima milanesa napolitana o la bahiense suprema pastora.
Según el relato que recoge el sitio Fondo de Olla es una creación de Isidro Ferro, dueño de El Rancho de Ferrito, en Chilecito, de la provincia argentina La Rioja.
Cuenta Isidro que, trabajando hace muchos años en el restaurante del Hotel de Turismo de la provincia, llegó a última hora un grupo de cinco viajeros a quienes debió prepararles algo de comer con lo poco que quedaba en la heladera y la despensa.
Como había solo cuatro costeletas (chuletas, bifes) de cerdo, Ferrito decidió “inventar” algo que alcanzara para todos. Entonces, agregó crema de acelga (no existe en la versión actual del plato), arvejas, salsa portuguesa con vino blanco, huevos fritos, sal, pimienta y dos tipos de papas: al horno y fritas, «para que cada comensal elija la que más le gusta, aunque la mayoría se come las dos», dice el creador.
Así de rápido y de fácil se puede preparar en casa este plato, que difícilmente genere oposición.
Ingredientes
Para 4 comensales
4 bifes de cerdo
2 papas
1 lata de arvejas
8 huevos
Morrones rojos en lata (o naturales asados)
Aceite, sal y pimienta
Preparación
- Calentar un poco de aceite en la sartén, salpimentar y colocar los bifes. Cocinarlos a fuego entre medio y fuerte, retirarlos y reservar.
- Freír las papas, peladas y cortadas en rodajas, en la misma sartén, agregando un poquito más de aceite.
- Cocinar los huevos, fritos o a la plancha.
- Mientras van “saliendo” los huevos, calentar las arvejas y los morrones y de paso también los bifes, antes de servir.
− Igual que el creador del plato, se puede inventar sobre la marcha, como agregar cebollas o ajo al aceite (algunas recetas indican manteca) donde se cuecen los bifes, también unas tiritas de panceta (hay variantes de la receta que las incluyen). En la improvisación está el gusto. ¡Buen provecho!
Buenísimo!!! Un plato exquisito