Este jueves 21 se producirá el inicio de la que probablemente sea la estación más esperada del año, la que deja atrás el invierno y la que anticipa la proximidad del verano en el hemisferio sur.
La llegada de la primavera está determinada por el equinoccio de septiembre, que se da entre el 21 y el 24 de septiembre. El otro sucede en marzo, entre el 19 y el 21, que produce el comienzo del otoño.
Los equinoccios señalan los períodos anuales en los cuales el Sol se encuentra en la posición exacta del ecuador celeste, momento en el que ambos hemisferios terrestres reciben una iluminación solar equitativa.
Cuándo empieza
Para este 2023, el Servicio de Hidrografía Naval (SHN) anticipó que el equinoccio de primavera ocurrirá el sábado 23 de septiembre a la hora oficial argentina 3.50.
Ese día, las horas de luz y las de oscuridad, el día y la noche, tendrán la misma duración.
Equinoccios y solsticios
Los periodos estacionales se determinan mediante cuatro posiciones clave en la órbita terrestre alrededor del Sol.
Estos cambios ocurren debido a la ligera inclinación del eje del planeta mientras orbita la estrella solar. Como resultado, diferentes regiones de la Tierra reciben distintos niveles de luz solar en diferentes momentos del año.
El solsticio (del latín solstitium, «sol quieto») se produce cuando el Sol está más cerca o más lejos de uno de los hemisferios terrestres. Esto da lugar a un aumento o disminución en la duración del día, dependiendo de la parte del planeta.
Los solsticios, que marcan el inicio del invierno y del verano, ocurren en junio (entre el 20 y el 21) y diciembre (entre el 21 y el 22).
Este año, el solsticio de verano ocurrirá el 22 de diciembre a las 0.27.
Por su parte, los equinoccios (también del latín, aequinoctium, «noche igual»), ocurren cuando el Sol se ubica directamente sobre la línea del ecuador, lo que genera que el día y la noche tengan la misma duración en ambos hemisferios.