En su última actualización trimestral, que abarca desde diciembre de 2023 hasta febrero de 2024, el Servicio Meteorológico Nacional mostró una modificación de sus previsiones en comparación con lo informado en noviembre.
En ese anterior reporte, sobre el que informamos, las perspectivas informadas para ese período indicaban para gran parte de la Argentina temperaturas más altas que el promedio y el desarrollo de olas de calor, fenómenos extremos que pueden afectar la salud humana.
Ahora, para el organismo oficial las condiciones climáticas podrían ser más benévolas en lo que refiere tanto para la costa atlántica bonaerense, como para la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
El nuevo reporte indica que no habrá condiciones para temperaturas extremas debido a la baja de la temperatura del océano y a la previsión de lluvias más abundantes.
Esto podría derivar de la vinculación con una variable que indica que la temperatura del océano Atlántico en Argentina, a diferencia de lo que está ocurriendo en Brasil, se mantiene muy fría, permitiendo el ingreso de aire fresco moderando las temperaturas.
A pesar de que ahora la tendencia de calor se ubica dentro del umbral de la normalidad, sobre todo en la región este del país, el informe anterior del SMN señalaba que en toda el área central del país había probabilidades de que hubiese temperaturas por encima de lo normal.
Esta situación favorecería a la provincia de Buenos Aires ya que presentaría un tiempo agradable para las vacaciones de verano en sus principales destinos turísticos.
Para el resto del país, el pronóstico también cambió, pero a la inversa. En la Patagonia cordillerana, por ejemplo, se espera que haya una mayor probabilidad de marcas altas cuando hasta el mes pasado indicaba temperaturas normales para el trimestre estival.
La Mesopotamia, a excepción de Entre Ríos, es otra de las zonas donde también hubo modificaciones, tornando a valores normales para el verano. En Entre Ríos, como se está viendo por estos días, lo más preocupante son las alertas por lluvias y las inundaciones debido a que el fenómeno de El Niño ya está haciendo estragos y la tendencia indica continuidad de las condiciones.
En la zona centro-este, que incluye el AMBA y la costa atlántica, también se esperan precipitaciones superiores a lo normal, pero en menor grado a lo pronosticado para el área mesopotámica.
Hay que tener en cuenta que la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ya avisó que es posible que el actual episodio de El Niño se prolongue al menos hasta abril de 2024.