Estuvo recientemente en nuestra ciudad Luis Gotte, autor que realizó una exhaustiva investigación sobre la provincia de Buenos Aires, trabajo que volcó en su libro “Buenos Ayres humana. La hora de tu comunidad”, en donde refleja la realidad y el potencial bonaerense, con una propuesta de refundación de la provincia.
La obra recoge información valiosa, testimonios de vecinos bonaerenses, entrevistas, consultas a técnicos, académicos y pensadores de la región.
Expresa el autor que para ese objetivo de refundación deben plantearse aspectos clave como la reforma de la Constitución provincial, la derogación del Decreto militar 6769/1958, la autonomía municipal, el reconocimiento de nuevos municipios, el fortalecimiento de las delegaciones municipales y la regionalización de los municipios en ocho regiones productivas, tal como lo había anticipado en un artículo que este medio publicó en mayo del año pasado.
«Esta propuesta es viable, necesaria y beneficiosa para la provincia de Buenos Aires», afirma Gotte, ya que «contribuiría a mejorar la calidad de vida de los bonaerenses, a reducir las desigualdades territoriales, a dinamizar la economía y la producción, a fortalecer la identidad y la cultura bonaerense, y a consolidar la democracia».
En ocasión de su visita a nuestra ciudad, escala de un recorrido que se ha extendido por toda la sexta sección electoral, conversamos con el pensador nacido en Nicolás Otamendi, partido de General Alvarado, cuya ciudad cabecera es Miramar. Como muchos jóvenes, se trasladó a Mar del Plata a cursar estudios superiores. Allí se estableció para desarrollarse profesionalmente. Y quizás ya en esa juventud, comenzó a darse cuenta de esa problemática de los pueblos que persiste hasta hoy, donde sus jóvenes emigraban a las grandes ciudades a estudiar pero no regresaban; e incluso algunos se iban del país.
Entonces comenzó a preguntarse “cómo puede ser que siendo una de las regiones más ricas del planeta, con la misma cantidad de kilómetros cuadrados que tiene Inglaterra, o Italia, ellos tengan un producto bruto interno diez veces superior a lo que sería en la provincia de Buenos Aires el producto bruto geográfico, por qué Buenos Aires no estaba a ese nivel si tenía las mismas características que los países europeos, que los países del primer mundo”, recuerda.
Avanza en el tema relatándonos que en su recorrida por los pueblos de la provincia se fue asombrando de “la capacidad productiva parada, dormida, que tiene no solo la provincia sino también la Argentina. Es como si fuera una burbuja de energía que va creciendo, que está esperando que la transformen en materia, en producción, alimentos, tecnología, valor agregado, manufactura…” reflexiona.
Analizando por qué le pasa esto a la provincia nos dice que “primero, porque no hay una concepción localista, no hay una idea municipalista de nuestra gente bonaerense, y esto pasa –repasando la historia– desde cuando se constituyen los cabildos en el Virreinato del Río de la Plata. Este es el primer ejemplo de gobiernos locales, donde la gente recurría cuando tenía un problema.
“En 1821 Rivadavia suprime los cabildos y las poblaciones dejan de mirar horizontalmente y comienzan a mirar verticalmente, hacia arriba, hacia el gobernador. Es una práctica que se mantiene hasta el día de hoy. Siempre estamos mirando hacia arriba, hacia el gobernador o el presidente, para resolver los problemas locales, cuando es el intendente el que debiera resolver estos problemas”.
También plantea que la capital de la provincia (La Plata) está en el norte de la provincia, cuando los problemas de la provincia comienzan más abajo, referenciando que cuando surgían los problemas tardaban meses en ser resueltos por esta cuestión geográfica, “si es que eran tenidos en cuenta por el Congreso”.
Dice que “al no resolverse, pasaban dos cosas, o se resolvían pasado el tiempo o se resolvían en las siguientes generaciones, y lamentablemente pasó lo segundo y se fueron agravando y La Plata jamás tomó en cuenta lo que estaba pasando en esta región. Cuando crece el conurbano, que entre el 2010 y el 2020 creció el 14,5%, y la región surera un 1,4%, siendo la media nacional de 12,4%, supera la media. Y esto no es porque haya inmigración que venga a poblar el conurbano”.
Analiza también el porqué de la falta de crecimiento de algunos sectores y dice “es justamente por la escasez de mano de obra calificada y por falta de infraestructura ferrocarriles y rutas que no han recibido mantenimiento”.
Le consultamos a partir de qué surge el pensar en una regionalización o división de la provincia: “Regionalizar debería ser una forma de los intendentes de buscar la manera de colaborar entre si, no debiera ser un proyecto del poder político de la provincia, sino que debieran tener plena autonomía como dice el artículo 123 de la Constitución Nacional reformada1 entonces la provincia de Buenos Aires no está cumpliendo con el mandato de la Constitución nacional”, explica.
“Si las provincias tienen plena autonomía, los recursos quedan dentro de los municipios, entonces el gobernador pierde poder al no manejar la caja, como me dijo Felipe Solá cuando le pregunté por qué no avanzamos con las autonomías municipales: ‘quién va a querer ser gobernador si no va a poder manejarla‘; y este es el modus operandi de todos los gobernadores de 1983 en adelante, sin ninguna excepción. Manejar el poder centralmente”, concluyó.
Profundizando aún más en este planteo, dice el autor que “este es el esquema que se ha agotado, que ya no soluciona los problemas de la provincia. Y no podemos seguir con este mismo mecanismo de ejercicio del poder, por eso hay que empezar a descentralizar, mejor dicho, hay que empezar a ejercer un verdadero federalismo, y un federalismo sin autonomía no existe”.
Gotte desarrolla y repasa aspectos históricos interesantísimos, que fundamentan el estado de la provincia que él identifica: “Lo que va a hacer mover al estado de la provincia son los municipios, es el trabajo, la cooperación, el desarrollo, la planificación, la solución de los problemas de la gente, no solo las cuestiones económicas, sino educativas, de salud”.
Acerca de las ventajas de la regionalización afirma: “La idea de regionalizar es en las ocho secciones electorales que todos conocemos desde 1946, son las mismas donde sabemos a qué diputados y a qué senadores podemos recurrir ante los problemas. Con respecto a sus áreas administrativas está dividida en departamentos y regiones, 22 regiones educativas, 12 regiones sanitarias, y se entrecruzan con las secciones electorales. Por eso el primer paso es la regionalización política de las áreas administrativas, luego tratar de ver la forma de que estas secciones educativas se correspondan por cada sección electoral. No suprimirlas, sino crear dentro de cada una subdelegaciones o subregiones. De esta manera, cuando hay una problemática vos sabes de antemano quiénes son los diputados y senadores que podrían resolverla.
“Desde el punto de vista económico, vas a tener las herramientas necesarias como empresario, como industrial, para poder desarrollarte; por ejemplo, vas a tener la ayuda, la cooperación y la colaboración de ese conjunto de municipios que corresponden a la región económica productiva a la cual vos pertenecés porque los intendentes van a tener las atribuciones y competencias necesarias, porque también van a contar con los recursos tributarios necesarios para brindar ese apoyo, van a poder crear infraestructura porque van a necesitar también una reforma de la ley tributaria, y lo más importante, poder crear infraestructura para que esa producción pueda salir a bajo costo y vas a tener que capacitar a tus vecinos en las nuevas áreas industriales que se vayan generando o desarrollando”, nos explica.
En la rica y extensa charla que mantuvimos con Gotte, sostuvo reiteradamente que se piensa en la utilización de las ocho secciones electorales, sobre todo porque son las que conocemos, porque va a evitar cualquier tipo de discusión entre legisladores y por lo menos puede llegar a haber un intento de que sea aprobada.
Sostiene asimismo que en su libro no se maneja con cuestiones teóricas y académicas, sino con el diálogo con la gente. “Viajar por las distintas secciones electorales de la provincia me ha permitido ir conociendo”, y agradece la invitación de Víctor San Román quien le ha permitido recorrer y conocer la sexta sección electoral.
Para cerrar, le preguntamos por qué considera que el actual gobernador Axel Kicillof no está a favor de esta regionalización y mucho menos de la división de la provincia: “No la acepta porque es restarle poder a los gobernadores, hay una cuestión de vanidad, de querer ejercer el poder, de alguna forma como se hizo en el siglo XIX, con la suma del poder público; hay una cuestión de sentirse poderoso teniendo sujetos a los municipio a través de la caja y la recaudación a la voluntad de los intendentes. Lo único que doblega a los intendentes es el dinero, la participación tributaria. Si no tienen eso, los intendentes pueden llegar a decir cosas que a vos no te pueden llegar a interesar y que no se ocupen”.
El autor sostiene que no hay municipios pobres en la provincia como no hay provincias pobres en Argentina, las han empobrecido por una cuestión política: “En la provincia de Buenos Aires, el 40% de su economía es informal o en negro. Tenés agujeros negros en todas las cajas de las intendencias, y van a tener que controlar eso. Si los municipios bajan el nivel de corrupción un 10 o 15% van a tener suficientes recursos para realizar fiestas, festivales, brindar ayuda social, hasta podemos pensar que si se asocian con otros municipios poder recuperar hasta los propios ferrocarriles”, sostiene.
Hilando más fino y entendiendo que esto no es algo que puede hacer una sola persona, y mucho menos un autor, sostiene que esto es un trabajo que deben hacer los políticos, que en todas las ciudades hay una unidad básica y un comité radical y que ellos son los que deberían juntarse para comenzar a hablar de estos temas.
La propuesta está hecha, será tal vez una necesidad visibilizarla, debatirlo, reflexionarlo para beneficio de los municipios autónomos. Para seguir construyendo el ser bonaerense, según las propias palabras de Luis Gotte.
1Cada provincia dicta su propia constitución, conforme a lo dispuesto por el artículo 5 asegurando la autonomía municipal y reglando su alcance y contenido en el orden institucional, político, administrativo, económico y financiero.
La Argentina no exporta…
Los grandes capitales, de contadas familias, tienen controlada la producción.
Los políticos apuntan, sólo, a sus intereses personales.
El «kirchnerismo», es una clara referencia al personalismo político; como lo fue el «Alfonsinismo».
Han borrado la Doctrina de Perón, y la transformaron, tan sólo, en «peronismo». Cómo si «seguir a Perón» pudiese ser posible, estando muerto… De hecho, sólo se lo puede «seguir» por su Doctrina de paz, y amor: «El Justicialismo». Una Doctrina completa, con principios: Descriptivos y Normativos, y con libros, escritos, comentario, etc. Amén de la literatura de Eva Perón; hoy, sólo «un busto»; nada más triste que la cruda realidad.
Sin dudas, podemos apreciar, que la preocupación de Kirchner, es «colocar» a su hijo dentro de la carrera presidencial…
Un abrazo Peronista.
Cordialmente, Jorge. (Desde Lanús, ¡tierra recuperada!)
Abrazo grande compañero y coincido con su reflexión.