Como ya hemos informado, en la reciente sesión del Concejo Deliberante se aprobó la ordenanza que actualiza y unifica la normativa que regula el uso de la playa en Monte Hermoso, que resultó de un trabajo consensuado entre oficialismo y oposición.
El concejal de Primero Monte Hermoso Brian Ollearo, quien no hace mucho protagonizó un prolongado conflicto entre el gremio de guardavidas, que él conducía, y el municipio, se refirió justamente a la extensión de la zona de cobertura de los socorristas establecida en la flamante ordenanza.
Hizo especial referencia a una reunión previa que mantuvo, junto a la presidenta de su bloque, Carolina Bertazzo, con el intendente Hernán Arranz, en la que –dijo– habían coincidido en la necesidad de ampliar el servicio de guardavidas, con énfasis en Sauce Grande, lo que resultó incluido en la nueva legislación.
«En lo personal, fue una situación especial, ya que con Arranz no habíamos vuelto a hablar del tema desde que él era secretario de Gobierno y yo estaba en plena lucha colectiva de guardavidas. Pudimos conversar muy gratamente sobre esta cuestión y coincidir en la importancia de la extensión de la zona de baño», dijo sobre el encuentro con el jefe comunal.
Para el concejal, «incorporar a Villa Caballero en la zona de guardavidas significa el comienzo de la oficialización de ese sector en cuanto a servicios y demás formalidades, como también es fundamental la extensión de la zona de cobertura de guardavidas en Sauce Grande».
Aclaró, sin embargo, que «la ordenanza no establece cantidad de guardavidas, puestos, elementos de trabajo ni ninguna otra cuestión, ya que se trató únicamente la cantidad de metros de cobertura, por lo que se espera que el debate continúe a futuro».
Indicando que la formulación de la ordenanza también incluyó reuniones con secretarios de distintas áreas, recorridos por las zonas afectadas e intensos debates en comisión por parte de los tres bloques, resaltó que «esto es un paso importante en la búsqueda de consensos, en el fortalecimiento del diálogo».
Desde su banca, Ollearo había mostrado su optimismo: «A dos sesiones de terminar el período de ordinarias, más allá de las discusiones que tuvimos y que vamos a tener, me genera una sensación gratificante y abre la puerta para que sigamos profundizando este tipo de trabajo. Puede ser ejemplificador para todo lo que se viene».