En la noche de este miércoles se llevó a cabo el esperado encuentro de natación nocturna en el mar, organizado por Daiana Farrer en el Parador La Escuela de Monte Hermoso.
La singular propuesta, que ya había generado entusiasmo tras ser anunciada, reunió a nadadores de distintas localidades, ofreciendo una experiencia «única y desafiante», tal como detalló Daiana, visiblemente feliz tras el evento.
La jornada comenzó cerca de las 20, momento en que los participantes empezaron a llegar. “Siempre la gente se demora un poquito, tienen sus dudas y sus inquietudes. Muchos vienen con gente que no tiene los elementos necesarios para la práctica, por lo que nos organizamos para brindarles lo que les faltaba”, explicó Farrer.
Mientras se instalaban las boyas para delimitar el circuito, los nadadores y acompañantes de SUP (Stand Up Paddle) se preparaban. Cuenta con detalle Daiana que el evento tomó un giro inesperado cuando, al caer el sol, se registró una rotación del viento en dirección sureste, generando un oleaje considerable. Sin embargo, esto no desanimó a los organizadores ni a los participantes.
“Decidimos seguir adelante, adaptándonos a las condiciones. Dividimos a los nadadores en dos grupos: uno de experimentados, compuesto principalmente por deportistas de Bahía Blanca con experiencia en aguas abiertas, y otro de principiantes, quienes realizaron el nado en el circuito frente a la escuela”, comentó la organizadora.
El grupo de nadadores avanzados enfrentó un desafío notable, recorriendo 750 metros en contra del viento y las olas antes de regresar con la corriente a favor. Por su parte, los principiantes disfrutaron de una experiencia controlada y segura, acompañados por los SUP que brindaron apoyo constante. “Fue una fiesta. Todos lo disfrutaron y cumplieron con el recorrido, sintiéndose seguros en todo momento”, afirmó Farrer.
Tras el nado, los participantes compartieron una cena a la canasta en un ambiente de camaradería que se extendió hasta pasada la medianoche. Este espacio permitió que nadadores de distintas localidades intercambiaran experiencias y fortalecieran los lazos en torno a la pasión por el deporte acuático.
Farrer también destacó el rol fundamental de los acompañantes en SUP. “Ellos marcaron la diferencia. Con sus luces y dedicación, garantizaron que todos se sintieran seguros y acompañados, algo crucial en un nado nocturno”.
Este evento fue el segundo nado nocturno organizado por La Escuela, pero el primero de convocatoria abierta. “La aceptación fue excelente, y todos quieren que lo repitamos. Estamos muy agradecidos con quienes confiaron en la seriedad con la que llevamos adelante estos encuentros”, concluyó la organizadora.
Parador La Escuela reafirma su lugar como espacio ideal para actividades recreativas y deportivas vinculadas al mar, ofreciendo propuestas innovadoras que unen desafío, naturaleza y comunidad. La próxima luna llena promete traer consigo una nueva oportunidad para disfrutar de esta experiencia única.