«Aceite», «jirafa», «ojalá», «zoquete». De la A a la Z los múltiples términos de origen árabe que utilizamos a diario

«Aceite», «jirafa», «ojalá», «zoquete». De la A a la Z los múltiples términos de origen árabe que utilizamos a diario

Todos utilizamos a diario alguna palabra de origen árabe, conociendo o no su procedencia. Hay quienes arriesgan que son más de 4.000 los términos en castellano que tienen origen árabe mientras que otros sostienen que es muy difícil saber cuántos son los que están presentes en la lengua española.

Más allá del número, es un hecho que la influencia del árabe en el idioma español es enorme.

La historia enseña que en el año 711 comenzó la conquista musulmana de la península ibérica. Entraron por el sur de España, zona a la que luego denominaron Al-Ándalusy, de donde proviene el nombre de Andalucía.

Bajo distinta figuras administrativas y dinastías, los árabes permanecieron en el poder hasta la toma de Granada por parte de los Reyes Católicos en 1492, en la denominada Reconquista.

Los historiadores coinciden en que una pequeña parte de los invasores hablaba árabe, mientras que la mayoría empleaba el bereber, una lengua del norte de África.

Pero esos pocos que hablaban el árabe eran la élite, tenían el poder, por lo que con el tiempo pasó de ser una lengua minoritaria a convertirse en la lengua de prestigio.

En el sur de España, por ejemplo, existe una fuerte huella árabe en los topónimos, igual que en el caso de Andalucía: Albacete, ciudad y provincia de la región de Castilla-La Mancha, viene del árabe “Al Basit” (la planicie, la llanura); Alcalá, municipio de la provincia de Madrid, de “al-qala” (el castillo); Algeciras, ciudad y puerto de la provincia de Cádiz, deriva de “Al Jazeera Al Khadra” (la isla verde); y así muchos otros.

Los arabismos se pueden encontrar en muchos campos semánticos, como en el de los oficios (alcalde, alfarero), la agricultura (zanahoria, albaricoque), los alimentos (escabeche, almuerzo), y varios más.

Una experta española en comunicación, Olga Jeczmyk, elaboró un listado por orden alfabético como ejemplo de los múltiples arabismos que contiene nuestra lengua, de uso cotidiano.

A: aceite, almohada.

B: baño, barrio, bata, bellota.

C: chisme, alcohol.

D: daga, diván, dante.

E: elixir, engarzar, escaque.

F: faquir, farda.

G: gabán, gandul.

H: hazaña, hasta.

I: imán, islam.

J: jinete, jirafa, jota, joroba.

K: kermés.

L: laúd, limón, lima.

M: mazmorra, mezquino, mezquita.

N: nácar, noria, naranja, nazarí.

O: olé, ojalá.

Q: quintal, quilate.

R: rehén, rabal, rubia, rincón.

S: sandía, sorbete, siroco.

T: tabique, talco, tarima.

U: ulema.

V: valija, valí, visir.

Y: yemení.

Z: zanahoria, zoco, zoquete.

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