Encabezado por el intendente Juan Chalde tuvo lugar en la mañana de este miércoles 4 el acto por el Día del Inmigrante que se desarrolló frente al monumento al inmigrante del que participaron otras autoridades del distrito, representantes de instituciones comunitarias y vecinos.
La presidente de la Sociedad Unión Siria, Haidée Jalif, aludió en su discurso a los inmigrantes que arribaron a estas tierras, a las que les habían señalado como «las que están luego de las montañas», con referencia a las alturas de Sierra de la Ventana.
Hizo también un repaso por las distintas actividades laborales que desarrollaron en nuestro pueblo aquellos inmigrantes sirios que llegaron a este lugar alejándose, no sin dolor, de guerras y penurias.
Luego habló el presidente del Concejo Deliberante, Casiano Gutiérrez, quien destacó: «La historia de nuestra querida ciudad está profundamente entrelazada con la historia de la inmigración. Desde sus primeros días, Coronel Dorrego ha sido hogar para personas provenientes de distintas partes del mundo, cada una trayendo consigo sus costumbres, su cultura, sus sueños».
Dijo que «esta amalgama de tradiciones, creencias y valores ha dado lugar a una comunidad única, donde lo mejor de cada cultura se ha fundido para formar lo que hoy conocemos como la identidad dorreguense», destacando que «la inmigración no solo ha sido un motor de crecimiento y desarrollo para nuestra comunidad sino que también ha sido un factor clave en la promoción de valores como la tolerancia, el respeto mutuo y la solidaridad. Al recibir a personas de diferentes orígenes, hemos aprendido a convivir en la diversidad, a valorar las diferencias y a encontrar en ellas una fuente de enriquecimiento colectivo».
Gutiérrez hizo un llamado a seguir «trabajando juntos, honrando el legado de los inmigrantes y construyendo un futuro donde la diversidad siga siendo nuestra mayor riqueza».
Finalmente, el jefe comunal junto al vecino Miguel Jalif descubrieron una placa de homenaje de la comunidad dorreguense a la Sociedad Unión Siria. Posteriormente fue colocada una ofrenda floral y por último la profesora Ingrid Ñancufil brindó una representación de danzas árabes.