En conmemoración del 50° aniversario de la muerte de Juan Domingo Perón, este 1 de julio, se realizaron diversos actos entre los que sobresalió el que encabezó el gobernador de Buenos Aires Axel Kicillof, junto a su par de La Rioja, Ricardo Quintela, en la quinta 17 de Octubre, en San Vicente.
En ese sitio histórico, donde Perón vivió los fines de semana junto a Eva Duarte, estuvieron este lunes el principal referente del peronismo local, presidente de la Cámara de Diputados de la provincia, Alejandro Dichiara, y el intendente montermoseño Hernán Arranz (en la foto del encabezado, junto a Cristina Álvarez Rodríguez, jefa de asesores del gobernador, presidenta ad honorem del Museo Evita, de quien es sobrina nieta).
“Inmortal por sus ideas. Inmortal por su legado”, fue el enunciado con el que Arranz adhirió a la fecha, y replicó una frase de la alocución de Kicillof: «Venimos a reafirmar la vigencia de las ideas de Perón y a sostener que frente al actual experimento anarco-capitalista que tanto daño le está haciendo a nuestro pueblo, la alternativa se llama peronismo».
El mandatario bonaerense había aclarado antes: “Algunos pensarán que estamos para recordar el pasado; se equivocan: estamos para construir el futuro”.
El presidente Javier Milei había calificado a Kicillof y a Quintela como “parte de la Argentina del fracaso que atrasa”, ante la negativa de ambos a participar de la convocatoria a la firma del Pacto de Mayo la semana próxima en Tucumán.
En ocasión del encuentro se inauguró la puesta en valor de la casa principal y la de huéspedes, además de otras dependencias de la emblemática quinta.
Los analistas coinciden en opinar que la convocatoria tuvo como objetivo posicionar a Kicillof como el líder de la fuerza, y por tanto de la oposición, y plantear una suerte de tregua pública con el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, cabeza del sector interno que se opone a la conducción de Kicillof en la provincia.