La pandemia ha provocado numerosos cambios en la vida diaria de las personas de todo el mundo, también en lo que respecta a la alimentación.
Resulta de suma importancia, por ello, tomar medidas para mantener un estilo de vida saludable en estos momentos difíciles.
Buena nutrición
De acuerdo con las recomendaciones de la F.A.O (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, resulta muy importante tener una buena nutrición antes de una infección, durante el curso de la misma y también después.
Las infecciones debilitan el organismo, especialmente cuando causan fiebre, y se necesita energía y nutrientes adicionales. Por tanto, mantener una alimentación saludable durante la pandemia de COVID-19 reviste gran importancia.
Aunque ningún alimento ni suplemento dietético puede evitar la infección por coronavirus, el mantenimiento de una alimentación saludable constituye un elemento importante para favorecer un sistema inmunitario fuerte.
En la actualidad, disponemos de amplios conocimientos sobre cómo seleccionar la combinación adecuada de alimentos para lograr una buena alimentación, independientemente del lugar donde vivamos.
Recomendaciones
Para mantener una alimentación saludable la FAO recomienda las siguientes medidas:
- Consumir alimentos variados de cada grupo de alimentos y de todos los grupos de alimentos a fin de asegurarse una ingesta suficiente de nutrientes importantes.
- Consumir frutas y hortalizas en abundancia. Las frutas y hortalizas frescas proporcionan gran cantidad de vitaminas y minerales, así como la fibra necesaria para una alimentación saludable.
- Llevar una alimentación rica en granos integrales, frutos secos y grasas saludables como las que contienen los aceites de oliva, de sésamo o de cacahuete u otros aceites ricos en ácidos grasos no saturados. Este tipo de alimentación pueden mantener fuerte su sistema inmunitario y ayudar a reducir la inflamación.
- Vigilar la ingesta de grasas, azúcar y sal. En momentos de gran estrés, muchas personas comen para aliviarlo, lo cual puede dar lugar a un consumo excesivo. Asimismo, los alimentos que producen esta sensación de alivio son a menudo muy sabrosos porque tienen un alto contenido de grasas, azúcar, sal y calorías. Evitar consumir grandes cantidades de estos ingredientes, no solo como alimentos para aliviar el estrés sino en todos los alimentos que consuma en general.
- Seguir manteniendo una buena higiene alimentaria. A causa de la pandemia de COVID-19, es posible que esté más preocupado por la inocuidad de los alimentos; sin embargo, esta enfermedad está causada por un virus respiratorio y no se transmite a través de los alimentos.
- Beber agua con regularidad. Mantenerse bien hidratado, principalmente bebiendo grandes cantidades de agua (entre 6 y 8 vasos al día para la mayoría de los adultos) también ayuda a nuestro sistema inmunitario. Beber agua en lugar de bebidas azucaradas también ayuda a reducir el riesgo de consumir demasiadas calorías a fin de mantener un peso saludable.
- Limitar el consumo de alcohol. otra forma que tienen muchas personas de afrontar el estrés es tomando una bebida alcohólica. Estas bebidas tienen un escaso valor nutricional, a menudo tienen un contenido elevado de calorías y su consumo excesivo está relacionado con numerosos problemas de salud. De beber alcohol, es fundamental hacerlo con moderación.
Iniciar a los niños en hábitos saludables
Puesto que muchas personas están en casa con sus hijos, y el contacto con ellos se ha hecho mucho más estrecho, este tiempo juntos se puede emplear para iniciar a los niños en hábitos para toda la vida que respalden una alimentación saludable.
Existe mucha bibliografía, recursos y recomendaciones para acompañar estos procesos. Y, sin duda, la consulta médica en relación a la nutrición es muy importante.
En general, sin embargo, las recomendaciones siguen pautas similares a las comunes para todos los grupos etarios, siendo fundamental la incorporación de frutas y verduras y el cuidado frente al exceso de azúcares y alimentos procesados.
Otros cuidados importantes
Además de una alimentación saludable, existen otros factores del estilo de vida que constituyen una parte esencial del mantenimiento del bienestar y de un sistema inmunitario saludable.
Un estilo de vida saludable incluye estrategias adicionales como, por ejemplo:
- no fumar
- hacer ejercicio con regularidad
- dormir suficientes horas
- reducir al mínimo y afrontar el estrés