Llegando a lo que denominamos pre temporada algunos temas comienzan a ser punto de debate. En este caso, los alquileres de temporada. Ya hemos hablado de las dificultades que presenta Monte Hermoso para conseguir alquileres permanentes.
Muchos vecinos y sus familias reúnen las condiciones requeridas para firmar un contrato anual, como sueldo con antigüedad y en blanco, garantía y referencias. Sin embargo, al momento de la búsqueda, los resultados son escasos. Muy escasos.
Las pautas que ponen los locadores son variadas, pero en muchos casos nos encontramos con alquileres solo por días o semanas en verano. El resto del año la vivienda permanece cerrada.
Este año, que ha sido inestable económicamente y que ha sufrido un aumento muy importante en cuanto a impuestos y tasas municipales, muchos se han atrevido a alquilar en forma “permanente”, si bien esa permanencia es de marzo a diciembre, situación que no le resuelve la problemática a ninguna familia, cuando esa fecha de difícil posibilidad de conseguir una locación permanente determina que tengan que mudarse a casa de familiares o a limitadas e insalubres condiciones de vivienda.
El déficit habitacional
También están aquellos locadores que alquilan con un precio de marzo a diciembre y otro (precio de temporada) en el período veraniego. Pero así y todo el déficit de vivienda en Monte Hermoso es grave.
Tenemos que mencionar que si bien este municipio se ha visto beneficiado con la mano benevolente del gobernador de la provincia, siendo destinatario de viviendas de barrio, también debe mencionarse que no todas las familias reúnen todas las condiciones para anotarse y pretender tener la suerte de beneficiarse en el sorteo, por lo que en esos casos la preocupación es aún mayor, porque el círculo de la oferta se cierra aún más.
Para continuar con el tema de la responsabilidad del estado, a la fecha tenemos dos barrios de viviendas sin terminar. Es más, con las obras detenidas a la fecha. Uno es el barrio de las calles Río Atuel, Lucinda Sutton, Monte Hermoso y Luzuriaga, y otro de las 12 viviendas del último barrio entregado, frente al Hospital Modular.
Esas obras están detenidas por falta de presupuesto. Y serían viviendas que no solucionarían el problema habitacional, pero que por lo menos aliviaría a esas familias, además de que liberarían viviendas que estaban ocupando y que se podrían alquilar nuevamente.
Otro tema a tener en cuenta también es el precio que se pide por un alquiler permanente. Estamos hablando de 250 mil pesos en adelante, dependiendo de la ubicación y de las características de la vivienda, pero hablaríamos de un promedio de 300 mil.
Si tenemos en cuenta una familia tipo, con un integrante empleado municipal y el otro empleado de comercio, docente o policía (por poner un ejemplo), nos damos cuenta que para llegar a estos valores no solo deben trabajar ambos sino también vivir ajustados al día, ya que los salarios no se han incrementado, los precios siguen subiendo y la oportunidad de ahorro es cada vez más ilusoria.
Alquileres temporarios
Renglón aparte merece el análisis de los alquileres temporarios. Monte Hermoso cuenta con una gran plaza de alquileres de verano. Y una extensísima gama de propuestas, que oscilan entre viviendas tipo residencias privadas con cuatro o cinco habitaciones y tres baños, piscina incluida, pasando por departamentos frente al mar, semipisos, departamentos más alejados, dúplex, casa tradicionales, casitas detrás de otras casas, departamentos internos, etc, etc, etc.
Pero a esta altura del mes lo que está preocupando a los propietarios es la falta de concreción de los alquileres. Era habitual que la gente alquilara ya para las fiestas de navidad y año nuevo, máxime teniendo en cuenta la propuesta a la que nos tiene habituados la Secretaría de Turismo. Sin embargo, esto no está pasando. Analicemos los factores:
Por un lado se expresa que los alquileres son caros. Sin embargo, apenas han sufrido un incremento del 50 por ciento con respecto al año anterior. Y si tenemos en cuenta los índices de inflación acumulada que arroja el INDEC (credibilidad aparte), estos hablan de un 101,6%; claramente el índice de suba de los alquileres está en la mitad de ese número, por lo que podríamos decir que los precios no son caros.
Es difícil conseguir números fidedignos en cuanto a los valores que piden por los alquileres. Y también es difícil porque las respuestas dependen de las consultas que se realicen. Los agentes inmobiliarios de mayor antigüedad del lugar tiran unos números, que generalmente son los que difunde el sector político y podríamos decir que honor a su trayectoria y a su experiencia deberían ser los más confiables. Pero no coinciden con los valores que arrojan las inmobiliarias más nuevas.
Lo mismo sucede entre los locadores particulares, que no están nucleados en ninguna cámara. Cada uno pide lo que considera a su humilde y buen criterio. Entonces nos encontramos con viviendas para cuatro personas desde los 35 mil pesos por día hasta los 180 mil. Y en esa extensa variación encontramos todo.
Cuidar al turista
El otro tema a analizar tiene que ver con otros factores que también determinan los precios, que son la oferta que se le hace al turista. Parecería impensado una vivienda sin conexión wifi o sin aire acondicionado. Sin embargo existen. Entonces, al momento de considerar el precio, tenemos que valorar la oferta, y los locadores no deben olvidar que el alquiler es un servicio al turista y por lo tanto las viviendas deben reunir condiciones básicas.
Entre ellas, absoluta limpieza y muebles en perfectas condiciones: basta de camas ruidosas, colchones que se hunden o tienen olor a humedad, cortinas de baño con manchas, duchas mal aseadas, hornos con grasa, heladeras no tan limpias o que no enfrían bien, microondas sucios, inodoros con manchas de agua, patios con pastos altos, etc. Aire acondicionado por lo menos en un ambiente, tv por cable con televisores led (mínimo de 32 pulgadas), ventiladores de techo en los otros ambientes, pava eléctrica, tostadora, cafetera, y horno microondas.
También vajilla limpia y en perfectas condiciones: nada de tazas “cachadas”, platos de melamina, vasos o fuentes de plástico, cubiertos dispares, ollas viejas, sartenes quemadas, pizzeras rayadas y con mugre acumulada en esa aureola negra que tienen alrededor. Patio en impecables condiciones, parrilla y entrada para auto.
Estas son las condiciones mínimas que debe tener una vivienda que se digne de ser alquilada. Y después hablamos de los precios.
El factor que más está jugando en contra este año en Monte Hermoso es que sufrimos una competencia desleal y una batalla perdida de antemano por lo barato que sale veranear en Brasil. Los costos son a razón de un tercio de lo que sale acá. De hecho, la gente está pensando y programando irse a Brasil. Más allá de que es una oportunidad digna de ser aprovechada cuando nos favorece el cambio, no podemos dejar de reconocer la belleza de esas playas y la infinidad de propuestas para los turistas. Es positivo que la gente aproveche la oportunidad. No se repite todos los años. Pero claramente pone a los balnearios bonaerenses en un lugar difícil.
La temporada de este año debe pensarse desde otra perspectiva. No se trata simplemente de bajar los precios. Analizar la situación requiere detenernos a planificar una ciudad para un turista que va a venir acá porque no puede irse a Brasil, porque acá puede venir cuatro días con toda la familia, porque muchos tienen vivienda aquí, porque quieren desconectarse del bullicio de la ciudad, porque añoran nuestras playas.
Pero nosotros también tendremos que replantearnos qué le ofrecemos. Es cierto, innegable, una playa maravillosa. Pero ¿qué más incluye el combo? Ahí estará la clave para que la gente nos siga eligiendo. Basta de locuras de precios, de estafas a la gente desde el sector gastronómico o recreativo. Los tiempos son difíciles para todos. Nadie se va a enriquecer este verano. Así que tengamos una temporada tranquila, con precios razonables para todos.