Amigos. Reflexiones de domingo, temprano

Amigos

No hay peor soledad que creer que se tienen cientos o miles de amigos en las redes sociales y cuando se apaga el celular o la compu perder el contacto con ellos y no tener a nadie alrededor.

La pandemia nos aisló dentro de cuatro paredes y lo que es peor, nos encerró en nosotros mismos. Obligados a dejar de visitarnos con los amigos de abrazo firme y besos en la mejilla, compensamos aislamientos de amigos del alma por nuevos «amigos» virtuales, y nos fuimos acostumbrando a vivir en esa burbuja de soledad, disimulada entre posteos y vistas de las redes sociales.

Leo hoy una nota que  confirma este nuevo mundo de miles de amigos que desaparecen cuando se cierra la computadora. Un relevamiento de la encuestadora Gallup, en EEUU, revela que el  porcentaje de ciudadanos de sexo masculino que asegura tener un mínimo de seis amigos cercanos se ha reducido a tres en los últimos 23 años. Y un dato más fuerte aun: más del 20 por ciento reconoce que no conservan ningún amigo íntimo.

Hay poemas y temas musicales al por mayor que evocan la amistad. Don Atahualpa decía que amigo es uno mismo en otro cuero. Alberto Cortez aseguraba que el espacio vacío de un amigo que se va no se llena con la llegada de otro amigo.

Es buen día el domingo para una mirada introspectiva hacia el mundo de los amigos que conservamos. Los que habitan por fuera de las pantallas, los que palpitan, con los que compartimos tramos de vida.

¿Los vemos? ¿Nos comunicamos? ¿Qué es de la vida de ellos?  Pregunto, me pregunto…

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