Aparecieron los restos de la goleta Nacional Sociedad en Claromecó

La goleta Nacional Sociedad encalló en la zona de Dunamar en mayo de 1876, sobreviviendo los tripulantes y cuatro pasajeros. Pero esta historia se terminó de conocer hace pocos años. Fue a raíz de una gestión de Hugo Cortés, historiador aficionado de Claromecó e integrante del Museo Anibal Paz, junto con la entonces encargada del Museo Mulazzi de Tres Arroyos.

Durante muchos años, cada vez que había una bajamar profunda, aparecían estos restos. Generalmente eran cuadernas de madera, que evidenciaban que se trataba de un barco. Así lo explica el diario La Hora de Tres Arroyos, en una nota del año 1934. En 1967, y después de un temporal, aparecieron nuevamente los restos, y varios vecinos de Claromecó, entre ellos Carlos Bancur, lograron sacar algunos elementos del barco. Trajeron un ancla, y una bomba de achique, entre otros elementos pequeños. En una pieza de fundición de la botavara encontrada se leía «Auckland Hamburg». Esto hizo presumir que se trataba de una embarcación de origen alemán. De hecho se hicieron averiguaciones para tratar de dar con el nombre del buque siniestrado, sin suerte alguna.

 

Más adelante se encontraron varios elementos más, que hasta el día de la fecha se encuentran en el Museo Regional Claromecó Aníbal Paz. Pero fue hace algunos años, donde se pudo saber el nombre de la goleta. Fue casi de casualidad, en una reunión de museos de la región, la entonces directora del Mulazzi le contó a Hugo Cortés que se habían encontrado documentos previos a la fundación de Tres Arroyos. Que eran provenientes del primer Juzgado de Paz. Cortés se dio cuenta enseguida que allí podría haber datos fundamentales de la embarcación siniestrada en Dunamar, que nunca se había sabido el nombre. Y efectivamente, había una documentación que daba cuenta de la varadura en 1867, y que se trataba de la goleta Nacional Sociedad de la Armada Argentina.

En aquel momento se informaba que la goleta había quedado varada en campos de Anasagasti, hoy en día Dunamar. Ahora, los restos de la embarcación volvieron a aparecer. Fueron divisados por Fernando Lazcano en el Camión de Claromecó, mientras realizaba una excursión.

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