Una ventana es una abertura para comunicar un espacio interior con el exterior, es un elemento que crea la arquitectura como forma instintiva para responder a las necesidades más básicas del ser humano, como la luz y la ventilación.
En la arquitectura las ventanas tienen diversa importancia sobre el objeto arquitectónico, con diversas formas y siempre suelen estar relacionadas íntimamente con el diseño. Son un desafío para los arquitectos pues la búsqueda del diseño siempre va enfocada hacia la construcción de un objeto y las ventanas pueden verse como perforaciones agregadas en el mismo, sin relación. Depende de la creatividad de cada arquitecto la inclusión de ellas en la volumetría, haciendo un todo equilibrado.
Son un desafío para los arquitectos pues la búsqueda del diseño siempre va enfocada hacia la construcción de un objeto y las ventanas pueden verse como perforaciones agregadas en el mismo, sin relación. Depende de la creatividad de cada arquitecto la inclusión de ellas en la volumetría, haciendo un todo equilibrado.
En obras en donde la concepción del objeto arquitectónico parte de la estrategia de crear una pieza monolítica, única y sólida, las ventanas juegan un papel significativo, pues son concebidas como sustracciones o ausencias de masa. La ubicación de las mismas es fundamental para que el desarrollo final sea la de un objeto monolítico y no la de un volumen al que se le abrieron unos huecos.
En algunas obras las ventanas juegan un papel diferente, no forman parte de la volumetría sino son consecuencia de una distribución de espacios en el interior, marcadas con un vano grueso que resalta su forma, y se destacan, con un diseño que se adapta al estilo de la fachada.
Una ventana también puede ser la sustracción de dos planos para crear aberturas especiales en espacios en donde debamos mantener una relación mas amplia entre el interior y el exterior. En ese caso la esquina se abre hacia el jardín para darle a la sala más amplitud, e ingresa el exterior al interior. Podemos diseñar un cerramiento que se abra por completo liberando así el paso. y dejando un techo libre de obstáculos, como una galería sin columnas.
En la arquitectura contemporánea son frecuentes los ejemplos de materiales vidriados o superficies serigrafiadas -racionalistas, high tech, entre otros-, conceptos como transparencia o desmaterialización tampoco son nuevos y han estado asociados durante años a la arquitectura del Movimiento Moderno; pero lo que sí es destacable, a finales del siglo XX e inicios del XXI, es la interpretación del vidrio como límite por sus cualidades efectivas. Una desmaterialización del cerramiento desde la transparencia.
Los grandes acristalamientos y la continuidad espacial de algunas obras modernas rompen con la imagen de caja cerrada y las superficies son grandes planos articulados con una geometría donde luz y espacio fluyen homogéneamente perdiendo la condición de frontera, reflejando el ambiente. Otros con esbeltos y finos soportes negros, que se esconden en la propia reflexión oscura del vidrio.
En algunos una imagen donde la estructura pasa inadvertida o se mantiene en un segundo plano, las zonas públicas situadas en el perímetro crean un amplio espacio con vistas panorámicas y el límite se disuelve en una conexión directa entre el entorno natural del parque y las áreas de uso. Aunque el interior está fragmentado en salas y corredores de tamaño variable, el límite parece perder su condición fronteriza y permite que la vista fluya en distintas direcciones.
En la actualidad deben incluir un segundo modo de transparencia fenomenal, una inducida de forma artificial y controlada por medios electrónicos.
En una transparencia fenomenal o aparente, la fachada de vidrio es una membrana velada, un elemento interpuesto entre el observador y el espacio que las luces y sombras cambian. Esta transparencia transmite simultáneamente las formas del interior mientras reconoce las figuras del exterior.
En el edifico de la Fundación Cartier (1994) de Jean Nouvel en París, el cerramiento de vidrio varía su apariencia y materialidad, y a lo largo del día pasa de la diafanidad total a la opacidad. Durante el día, la fachada es un plano donde el reflejo del entorno tiende a difuminarla e impide la lectura inmediata del volumen, en el ocaso muestra su solidez y en la noche exhibe el interior por la incorporación de la luz artificial. Esta transparencia temporal del muro cortina no sólo resulta evidente en el exterior, también queda patente dentro donde el público tiene la sensación de estar flotando entre múltiples capas.
En la actualidad este elemento ha sido modificado con la tecnología adecuada para ser más eficiente a condiciones de aislamiento térmico, acústico y solar. Incluso se ha buscado la manera de que las ventanas sean más seguras ante cualquier tipo de vandalismo, en el cual el vidrio cumple un papel importante. También que su fabricación pueda ser industrializada al punto de abaratar costos en la construcción.