Tras la sequía de 2023 que impactó de lleno en el sector agropecuario y provocó pérdidas aproximadas de 20.000 millones de dólares en el ingreso de divisas, el campo se posicionó en la cúspide de los rubros que más divisas aportaron en estos primeros siete meses del año.
A pesar de que el precio de la soja cayó más de 25% en lo que va del año y de los efectos de la chicharrita sobre los cultivos, el repunte agroindustrial compensó con creces la brusca caída que había registrado en la campaña anterior.
El ranking
El economista especializado en el sector agroindustrial, David Miazzo, realizó un análisis estadístico sobre la relevancia del campo en la composición de liquidación de dólares. Como suele ocurrir desde hace décadas, lidera el ranking en la escala sectorial.
«Durante el periodo enero – julio las cadenas agropecuarias y agroindustriales representaron el 85% de las divisas netas que ingresaron al país considerando exportaciones e importaciones. El 15 por ciento restante lo aportaron los sectores Minería (8,3%), Energía (1,2%), Informática (3,5%) y Automotriz (2%). El resto fue demandante neto de divisas durante los primeros siete meses del año», reveló el especialista.
La recuperación de la agroindustria después de la sequía del año anterior resultó fundamental para evitar que la actividad económica en su conjunto cayera aún más en el primer semestre del año. Además de aportar la mayor parte de los dólares frescos, compensó el comportamiento heterogéneo del resto de los segmentos.
En las últimas semanas, el valor de la soja perforó los 350 dólares la tonelada, el precio más bajo de los últimos cuatro años. En términos reales, descontando el efecto inflacionario, se trata del menor guarismo desde 2006. «El mercado se estaría adelantando a una abultada cosecha en Estados Unidos, respaldada por el WASDE que proyecta un aumento significativo en la producción para la campaña 2024/2025», destacó un informe de la consultora Invecq.
«En el nivel macro, la caída de los precios internacionales tendrá un impacto directo en el valor de las exportaciones argentinas, el cual se cuantifica en una reducción de 4.700 millones de dólares para 2025. La consecuente merma en la oferta de divisas agravaría la situación cambiaria actual, que desde hace algunos meses se tensionó (las abultadas compras del BCRA en el MLC quedaron atrás, y las reservas dejaron de crecer)», advirtieron.
Liquidación de las cerealeras
Las empresas exportadoras de cereales liquidaron 2.451 millones de dólares en agosto, lo que se tradujo en un salto interanual de 40% y una baja de 6% con relación a julio. Al comparar los primeros ocho meses de 2024 con los del año previo, el aumento es de 9,4%, explicado en buena parte por el fin de la sequía que azotó a la zona productiva en 2023.
Los datos surgen de un informe realizado en conjunto por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), entidades que representan el 48% de las exportaciones argentinas.
«El ingreso de divisas del mes de agosto es el resultado del régimen de dólar exportador vigente desde diciembre de 2023, de los precios internacionales, del impacto del clima y de plagas sobre el ritmo de cosecha de maíz y soja y de la relación de costos de insumos y granos. La exportación de granos y de productos de la industria aceitera sigue condicionada a un ritmo moderado de ventas y fijaciones», sostuvieron desde CIARA y CEC.
En cuanto al ingreso mensual de divisas, transformados a pesos, se erige como el mecanismo que permite seguir comprando granos al mejor precio posible. En tal sentido, la liquidación de divisas está vinculada fundamentalmente a la compra de granos que luego serán exportados, ya sea en su mismo estado o como productos procesados.
«La mayor parte del ingreso de divisas en este sector se produce con bastante antelación a la exportación, que ronda 30 días en el caso de la exportación de granos y alcanza hasta los 90 días en el caso de la exportación de aceites y harinas proteicas. Esa anticipación depende también del momento de la campaña y del grano de que se trate, por lo que no existen retrasos en la liquidación de divisas», remarcaron.
Por otra parte, el reporte aclara que en el rubro cerealero las comparaciones estadísticas entre distintos períodos son «generalmente imprecisas o inexactas ya que la liquidación de divisas está fuertemente influida por el ciclo comercial de los granos».
A la vez, subrayaron que este depende de «diversos y cambiantes factores exógenos como oscilaciones internacionales de precios, retracción de la oferta, distinto volumen y valor proteico de las cosechas, condiciones climáticas, feriados, medidas de fuerza sindicales, modificaciones regulatorias, barreras arancelarias y para arancelarias del exterior, exigencias fitosanitarias o de calidad de otros países, etcétera».
(Fuente, Perfil)