La burocracia y el retraso de trámites administrativos en algunas obras sociales con pacientes de graves afecciones, en muchas ocasiones, suelen atentar contra su calidad de vida y alimentar la desesperación de los familiares. Tal es el caso de lo que ocurre con Francesca, una niña bahiense de cuatro años, que necesita de una costosa medicación para poder continuar con el tratamiento de una leucemia linfoblástica grave, y su familia reclama que IOMA por el momento retrasa esta posibilidad.
Patricia Pulión, la madre de la pequeña, explicó en Telefe Noticias la importancia de recibir a tiempo esta medicina para continuar con el «protocolo de inducción», porque sino tendrá que someterse a un trasplante de médula.
«Francesca tuvo una pulsión lumbar el día 15 del tratamiento y salió que ella tiene un 17% de células de la enfermedad. Lo que significa que necesita un protocolo más intenso en la segunda etapa. Ella está con quimioterapia y con corticoides vía oral», describió la mujer.
Según Patricia, cuando llegue al día 33 de tratamiento, la niña tendrá que «tener un 0% de células de la enfermedad» para no ser trasplantada. También aclaró que con el resto de la familia comenzaron a hacerse estudios para constatar si podrían ser compatibles con ella.
«La segunda parte de todo esto, que es la parte burocrática de la situación. A mí me mandan a mi obra social, que es IOMA. Llevo todo para autorizar y después me dicen que hay una droga que está en faltante a nivel mundial, que se llama Asparaginasa que es una de las drogas de la quimioterapia que ella utiliza», señaló.
Y agregó: «Esta droga se reemplaza por otra, de nombre comercial PEG Asparaginasa Oncaspar, de la cual con dos ampollas se suplantan el tratamiento de ocho que vendría a necesitar de la primera droga».
En la continuidad de su relato, Patricia indicó que Francesca sólo pudo recibir una ampolla en el Hospital Italiano donde actualmente se encuentra internada, pero «ya no había más en ningún hospital de Bahía».
Luego de acudir a la obra social con la intención de que la droga sea autorizada, recibió como respuesta que su planteo iba ponerse a consideración de una auditoría.
«Ya no podemos esperar más, en el medio está la salud de nuestra hija», sentenció.
Patricia separó a la delegación local de IOMA del ámbito nacional, al considerar que aquí recibió «un trato excelente», pese a no haber obtenido una respuesta concreta de la empresa a la necesidad de su hija. Además subrayó el apoyo a su causa del Centro de Educadores Bahienses, de donde es afiliada por su profesión de docente.
«El director hizo lo que pudo hasta donde pudo, pero ahora está trabado en La Plata y hay que llevarlo a licitación para ver que laboratorio puede tener esta droga porque es cara. De hecho vale 360 mil pesos, pero yo creo que para IOMA, que es una obra social nacional, este dinero no significa nada porque tiene muchos afiliados. Además tienen el deber de responder al afiliado en este tipo de patologías oncológicas», argumentó.
En tal sentido, la madre de Francesca aclaró que «los profesionales de la salud ya están notificados que los siguientes protocolos van a ser utilizados con esta droga.
«Que ellos retrasen esto a mi hija la complica mucho. Nosotros como familia tampoco comprar una ampolla, y además esta medicación es un derecho a la salud que tiene cada persona. Nosotros necesitamos la medicación y en la obra social me dicen ‘hay que adjuntar a la historia clínica’ y yo le digo ‘qué querés que adjunte más si sabés que mi hija es oncológica’ y que más puedo decir de esto. Queremos una respuesta urgente», concluyó con indignación.
Fuente: Bahía Telefé