De acuerdo a la investigación realizada por la licenciada en economía de la Universidad Nacional del Sur Aldana Benedetti, más de un 60% de las microempresas bahieneses perdieron la oportunidad de realizar inversiones por falta de fondos aún cuando existieron posibilidades de financiamiento.
Benedetti buscó describir las características de las MiPyMEs (micro, pequeñas y medianas empresas) de Bahía Blanca y evaluar sus formas y limitaciones de financiamiento, a partir de datos de un relevamiento realizado antes de la pandemia mediante una encuesta estructurada presencial a 158 organizaciones.
La mayoría de las empresas relevadas pertenecen al sector comercial, siguiendo en orden de importancia los sectores industrial y servicios. En cuanto al tamaño, las empresas se distribuyen en micro, luego las pequeñas y, por último, las medianas empresas. Respecto a la forma jurídica, la mitad de las empresas de la muestra son unipersonales (monotributistas o responsables inscriptas), seguidas por SRL y SA. Además, las micro son, en su mayoría, empresas con formas legales sin responsabilidad patrimonial limitada (81,5%). En cambio, las pequeñas y medianas están organizadas principalmente en formas legales que implican responsabilidad limitada al patrimonio, 65,4% y 84% respectivamente.
Estructura de financiamiento
De acuerdo a la investigación, un gran porcentaje de empresas no discrimina sus decisiones de financiamiento entre activos fijos y capital de trabajo (60%). Mayormente, afirma el estudio, son micro empresas y sin responsabilidad patrimonial limitada. Para la autora, “este es un dato interesante, dado que pone de manifiesto que muchas empresas de la muestra no realizan una buena planificación y no consideran la importancia de discriminar las decisiones de financiamiento entre los activos de corto plazo y largo plazo y puede que estén financiando el capital del trabajo con pasivos de largo plazo y/o activos de largo plazo con pasivos de corto plazo, con lo cual, puede darse la situación de no disponer de los fondos necesarios para hacer frente a sus obligaciones financieras”.
En relación a los principales instrumentos de financiamiento, Benedetti concluyó que las empresas reinvierten en promedio, el 39% de sus utilidades. A su vez, de las que utilizan el descuento de proveedores, se determina que las pequeñas y medianas son las que lo utilizan en mayor medida. Considerando el financiamiento bancario, el crédito bancario a corto plazo y largo plazo son los principalmente elegidos.
Restricciones financieras
El estudio recalca que las restricciones en el acceso al crédito bancario se evidencian en el 11,4% de las empresas que algunas veces consiguieron financiamiento bancario. Además, se observó en el relevamiento que el 44,3% nunca solicitó y en su mayoría son micro empresas (65,4%).
Estos resultados, ponen de manifiesto la autoexclusión de la demanda de financiamiento. Las pequeñas y medianas empresas son las que tienen mayor acceso al crédito bancario comparado con las micro. El 61,2% de las pequeñas siempre que solicitaron financiamiento lo consiguieron y para las medianas este porcentaje asciende a un 72%.
Por último, la licenciada Benedetti destacó que, de las MiPyMEs que nunca lograron conseguir financiamiento, el 66,6% se perdió de hacer inversiones; de aquellas que nunca solicitaron financiamiento, un 43,5% se perdió de realizar inversiones por falta de fondos y aún así para aquellas que siempre consiguieron fondos un 27% se perdió de efectuar inversiones.