Las recientes lluvias de octubre han dado un gran impulso a las expectativas de la campaña agrícola 2024/25. Esto significaría una buena cosecha fina y suelo receptivo para la siembra de la gruesa.
La cosecha de trigo ha comenzado en las regiones norte de nuestro país, aunque la mayor atención está en la zona núcleo y en el sur bonaerense. En este sentido, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, mira el futuro con optimismo.
En algunas regiones trigueras como en el oeste de la zona agrícola y el norte, la siembra temprana no ha tenido la misma suerte. Las precipitaciones no han sido suficientes para revertir el impacto de la sequía acontecida durante la temporada invernal.
Cabe destacar que en estas áreas, el trigo suele considerarse un cultivo marginal, utilizado frecuentemente como cobertura, dada la habitual falta de lluvias invernales.
Al encontrarse en estas zonas un momento de desarrollo avanzado del trigo con respecto a las otras regiones, el beneficio del agua caída no se haría sentir con la misma intensidad.
Como ejemplo, la Bolsa de Cereales de Córdoba advirtió sobre la situación en San Luis, señalando un notable deterioro en el estado general del trigo, justo cuando entra en su fase crítica.
Buenas perspectivas para la gruesa
En cuanto a los cultivos de gruesa en proceso de siembra, el maíz ha avanzado en un 4,6%, alcanzando el 28,9% de las 6,3 millones de hectáreas proyectadas para esta campaña.
Según el PAS (panorama agrícola semanal) en áreas del centro y sur de Santa Fe, se reportan emergencias irregulares, aunque los casos de resiembra son escasos. Las lluvias recientes han mejorado las condiciones de los cultivos y facilitan la fertilización.
Esto sucede porque dado que la siembra temprana ya cubre un 90% de la superficie prevista, estas lluvias no modificarán significativamente el área sembrada de maíz. Sin embargo, en el sur de la región agrícola, se requiere más agua para continuar con las labores.
Por su parte, el girasol ha tenido un progreso rápido tras las lluvias, alcanzando un 46,1% de las 1,95 millones de hectáreas proyectadas. A pesar de esto, el avance aún es un 5,7% menor que el promedio de los últimos cinco años.
Con la reciente mejora en la disponibilidad de agua, el 91% de los cultivos de girasol se encuentra en una condición de normal a excelente, con una significativa recuperación en el norte y emergencias uniformes en el centro y sur de la región agrícola.