En un paso decisivo hacia la modernización del sector agropecuario, el gobierno argentino anunció recientemente la implementación obligatoria de un sistema de trazabilidad electrónica para todo el ganado. Esta medida, que busca fortalecer la seguridad alimentaria y mejorar la competitividad en los mercados internacionales, será financiada en su totalidad por el Estado, aliviando a los productores de los costos iniciales.
La noticia fue dada a conocer por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que será el encargado de llevar adelante el plan. A partir de ahora, todos los bovinos del país deberán estar identificados con un dispositivo de identificación electrónica (DIIO), el cual permitirá un seguimiento exhaustivo del animal desde su nacimiento hasta su faena.
Un avance clave para la seguridad alimentaria
Con la puesta en marcha de la trazabilidad electrónica, Argentina da un paso fundamental para garantizar la transparencia y calidad en la producción de carne. Este sistema permitirá rastrear en tiempo real el recorrido de cada animal, registrando datos sobre su estado sanitario, traslados y tratamientos médicos. En caso de detectarse algún brote de enfermedad, las autoridades podrán actuar rápidamente, localizando el foco de infección y evitando la propagación.
Financiación estatal para apoyar a los productores
Uno de los puntos clave del anuncio fue la decisión del gobierno de asumir los costos de implementación del sistema, que tradicionalmente recaerían sobre los productores. El Estado financiará tanto los dispositivos de identificación como la infraestructura tecnológica necesaria para llevar a cabo el registro de datos. Esta medida fue recibida con alivio por el sector, especialmente por los pequeños y medianos productores, que temían que la digitalización implicara gastos que no podrían afrontar.
«Estamos comprometidos en acompañar a los productores en este cambio. Sabemos que se trata de un desafío tecnológico importante, pero también de una oportunidad para mejorar la productividad y asegurar el futuro de la ganadería argentina», subrayó el ministro.
Competitividad internacional
En un contexto de creciente competencia en los mercados globales, la trazabilidad electrónica es vista como un factor clave para posicionar a la carne argentina entre las más confiables y de mayor calidad. Según expertos del sector, esta medida no solo mejorará la transparencia y seguridad del producto, sino que también consolidará la reputación de Argentina como un proveedor de carne de alta calidad.
El presidente de una de las principales cámaras ganaderas expresó que «la trazabilidad electrónica nos pone a la altura de los principales países exportadores de carne, como Uruguay o Australia, que ya han implementado sistemas similares». Agregó que «esto nos permitirá acceder a más mercados y cumplir con los estándares sanitarios más exigentes».
Desafíos en la implementación
A pesar del optimismo generalizado, la implementación de este sistema presenta desafíos. La digitalización del ganado requiere no solo de una inversión tecnológica significativa, sino también de capacitación para los productores. Desde el SENASA, indicaron que se pondrán en marcha programas de formación y acompañamiento para garantizar una correcta adopción del sistema.
Por su parte, las entidades rurales han expresado su respaldo a la medida, aunque señalaron que será fundamental asegurar una implementación gradual y efectiva. «Este es un cambio que puede transformar el sector, pero no puede hacerse de la noche a la mañana», comentaron desde la Sociedad Rural Argentina.