La Bolsa de Cereales de Buenos Aires realizó este miércoles el lanzamiento de la campaña gruesa 2022/23, en la que proyectó un escenario de menor cosecha, a raíz de las consecuencias que dejará una tercera campaña consecutiva afectada por La Niña, que implicará también un menor aporte del campo a la economía.
La perspectiva de la entidad porteña es una siembra que totalizará 34,55 millones de hectáreas, con una leve caída del 0,1%, contabilizando los seis cultivos principales.
La soja dará la nota, con 16,7 millones de hectáreas, sumando 400.000 más que el año pasado; a contramano del maíz, que perderá 200.000, para implantarse 7,5 millones con destino comercial.
Entre los granos estivales, se suman 950.000 del sorgo (cifra similar a la 2021/22), 2 millones del girasol (300.000 más); y en cuanto a la superficie correspondiente a los cultivos de fina: 6,1 millones de hectáreas de trigo (600.000 menos que el año pasado) y 1,3 millones de cebada (100.000 más).
Cosecha
Bajo este panorama, la producción total del ciclo 2022/23 alcanzaría 127,7 millones de toneladas, con una caída interanual del 1,6%, con el siguiente detalle por cultivo:
- Soja: 48 millones de toneladas (+ 10,8%)
- Maíz: 50 millones (- 3,8%)
- Trigo: 17,5 millones (-21,9%)
- Girasol: 3,9 millones (+ 14,7%)
- Cebada: 5 millones (- 4%)
- Sorgo: 3,3 millones (-5,7%)
Clima y mercados
De acuerdo con lo expresado por los especialistas de la entidad porteña, hay dos factores que influyen en que se prevea una menor siembra total, pero fundamentalmente un ajuste productivo.
En primer término, la continuidad de La Niña, que recién comenzaría a retirarse en febrero, dando paso a un escenario neutral. Es la principal explicación al derrumbe proyectado en el trigo, por ejemplo.
En segundo lugar, que la ecuación de costos desfavorece al maíz, que es el cultivo que más volumen productivo aporta: los costos para el cereal subieron en un año 26%, con un pico del 70% en los fertilizantes, contra 10% que aumentaron para la soja, que demanda menos aplicaciones de nutrientes.
En tercer término, la política agropecuaria de Argentina se suma como un factor de incertidumbre, que hace que los productores escojan la soja, como un cultivo con menos inversión y riesgo.
Aporte económico
Bajo este panorama, inevitablemente la contribución del campo a la economía argentina se reducirá en la campaña 2022/23, según las proyecciones presentadas por el economista jefe de la entidad porteña, Agustín Tejeda.
Las exportaciones, pese a que se espera que continué el escenario de altos precios internacionales, reducirán su flujo de divisas un 9,2%, generando de todos modos ingresos por más de U$S 40.000 millones.
La AFIP también verá mermar los ingresos a sus arcas: la recaudación fiscal se estima con una baja del 9,1%, hasta U$S 17.515 millones.
En general, el Producto Bruto Agrícola (PBA) se ubicaría en U$S 50.665 millones, 11,8% por debajo del ciclo 2021/22 recién finalizado.
Fuente: www.infocampo.com.ar