“Hay un detalle que lo pinta a mi papá de cuerpo entero, lo que sintió, lo que le pasó. En la última foto que le tomaron en el museo de la rambla y en la primera foto en la que aparece frente a la sede nueva, dos años después, lleva puesto el mismo pullover, como si se hubiera detenido en el tiempo”.
Natalia Di Martino pone el ojo en dos escenas claves del video revelándose como una cineasta promisoria (se ríe ante la calificación) en esta primera incursión en la edición –según confiesa– que emociona tanto como sus reconocidos textos que evocan de modo inigualable, con sencillez y profundas reflexiones, sus recuerdos de vida en Monte Hermoso, que reavivan la nostalgia o la empatía de quienes los leen.
Nuestra habitual colaboradora dice que estuvo motivada por la cercanía de “un nuevo aniversario de la partida del Dim”, ya que el próximo 10 de enero se cumplirán 13 años de su fallecimiento.
Nuestra gratitud para nuestra habitual colaboradora por permitirnos compartir este homenaje con nuestros seguidores.
Crónica de una vida apasionada
Vicente Di Martino se despidió de Monte Hermoso en la mañana del lunes 10 de enero de 2011.
Había nacido el 28 de septiembre de 1940, tenía 70 años y dirigía el museo que él mismo fundó en la primavera de 1977. Todos lo llaman “Dim”.
Oriundo de Mar del Plata, llegó a la ciudad a fines de la década de 1960 en busca de la ruta de Florentino Ameghino y descubrió que este Monte Hermoso no era el que señalaba el naturalista argentino. Le gustó tanto que igual se quedó.
Abrió un local de artesanías en Galería Rambla Casino al que llamó Aku Aku (se pronuncia acú acú), que significa “espíritu guardián”, con el slogan “todo bicho que camina va a parar a Aku Aku”. Allí inauguró el primer espacio de exposiciones de restos fósiles que como aficionado coleccionaba hasta que el delegado municipal Rodolfo Zarzozo, dependiente de Coronel Dorrego y del gobierno de Víctor San Román, le encargó organizar un museo de ciencias.
El 21 de septiembre de 1977 se inauguró la primera sala de exposiciones con Di Martino a cargo, ubicada en la rambla céntrica, donde funcionó hasta su demolición, para luego trasladarse al actual edificio. Se mostraron fósiles, minerales y caracoles del mundo. Participó del corte de cinta junto a las autoridades municipales y al cura párroco Mario Zucchiatti.
Padre de siete hijos, comenzó con la carrera de Geología en la Universidad del Sur aunque nunca la terminó. Autodidacta, aficionado a la paleontología, geología, zoología, arqueología e historia, colaboró, sugirió y elaboró proyectos e investigaciones tendientes a la protección y conservación de especies y recursos.
Transformó en coloquial un idioma científico y logró propiciar el acercamiento de los más chicos a un lugar que suena a “viejo”.
Hasta último momento realizó expediciones que duraban de 15 días a un mes, ya sea con su familia, amigos, investigadores o personal del museo. Su espíritu expedicionario le valió una destacada colección de fósiles, reconocida por la cantidad, calidad, clasificación y conservación de las piezas. De hecho, muchas de ellas aún son estudiadas en la ciudad de La Plata.
Colaboró con investigaciones de las universidades de Olavarría, Bahía Blanca, Mar del Plata y La Plata; también con el INIDEP (Instituto Nacional de Desarrollo Pesquero), además de ser el referente del Observatorio de Patrimonio Arqueológico y Paleontológico (OPAP), en la extracción de fósiles en Chasicó, El Quequén y Monte Hermoso.
En el 2000, Vicente Di Martino inició, desde el museo, una campaña de limpieza de la playa con un trayecto que unía los espigones este y oeste y en 2007 unió voluntades para llevar adelante el 2º Censo Nacional de Contaminación Costera.
En los años de 1990, junto a Hermes Mianzan, integrante del INIDEP, comenzó a investigar el ciclo de vida de las medusas y su reacción con el fin de descubrir algún paliativo al ardor que provoca el roce de sus filamentos. Se enviaron muestras a Italia, aunque sin resultado positivo.
Colaboró con investigaciones sobre la mortandad de almejas amarillas, en 1995, y sobre la Marea Roja; bregó por la protección de anémonas, almejas y de los caballitos de mar o hipocampus patagonicus, logrando que se lo declare “monumento natural”.
También realizó aportes a las ordenanzas municipales que tratan la conservación del cordón dunícola y su respectiva flora y fauna; sobre la extracción de arena y los nuevos lineamientos constructivos, entre otros temas.
Dim siempre colaboró en el recate de la fauna marina como así también descubrió y determinó especies de peces exóticos aparecidos en nuestras costas.
Fue un incansable proteccionista de las huellas y también de la actividad pesquera artesanal por lo que participaba y traía a la ciudad cursos del INIDEP para el aprendizaje de métodos de pesca y conservación del recurso.
Creó la primera Estación Meteorológica de Monte Hermoso, ubicada en el viejo edificio del Museo de Ciencias y fue el precursor del Histórico, ya que en 1995 invitó a un grupo de vecinos a generar un “Rescate Histórico” a través de la recopilación de datos, material y testimonios de viejos pobladores. También se dedicó a indagar sobre la historia del Faro Recalada.
Por el Museo de Ciencias pasaron, desde su apertura en 1977, mucho más de un millón de personas y Di Martino, en su afán de abrir las puertas a un público generalizado y no solo a académicos y entendidos, realizó diversas actividades y atracciones que tuvieron que ver con utilizar vocabulario coloquial, actividades de concienciación, como talleres prácticos, charlas, juegos, correspondencia con los más chicos, e innovadoras exposiciones con música e iluminación.
En el verano de 2005 lanzó las visitas guiadas a los sitios arqueológicos que ese mismo año serían declaradas parte de la Reserva Natural Provincial Pehuen Co – Monte Hermoso.
En enero de 2007, descubrió junto a su colaboradora, actual directora del museo, Natalia Sánchez, las huellas de Scelidotherium que llevaron a Monte Hermoso a aparecer en medios de todo el mundo, y en el invierno de ese año se reinauguró el museo en el Salón Blanco del Centro Cívico con la réplica del mamífero y sus huellas.
En reconocimiento a todos sus aporte, el 27 de noviembre de 2008 el Concejo Deliberante de Monte Hermoso declaró a Vicente Di Martino “persona destacable” por su “trayectoria y tenaz defensa de nuestros patrimonios y reservas arqueológicas”, según lo asentado en la Resolución Nº 304, aprobada por unanimidad.
Entre las causas que derivaron en su reconocimiento, el legislativo local remarcó “el tiempo y esfuerzo que dedica a incansables investigaciones” y por “defender y proteger los diferentes sitios arqueológicos de nuestra zona haciéndolos conocer en todo el mundo y mostrando por diferentes medios de comunicación a Monte Hermoso como lugar privilegiado por sus reservas”.
(Con base en un texto publicado por el municipio montermoseño, cuya autoría desconocemos)