Según cifras de la Organización Mundial de la Salud, entre el 0,6 y el 2% de la población mundial es celíaca. Por ello, desde la OMS se estableció el 5 de mayo una jornada para tomar conciencia y difundir información sobre esta enfermedad en todo el planeta.
La celiaquía es la intolerancia total y permanente a las proteínas contenidas en el gluten de los cereales trigo, avena, cebada y centeno (TACC). Cuando una persona celíaca consume algún alimento con gluten, su intestino se daña y se vuelve incapaz de absorber nutrientes necesarios para mantener saludable al organismo. Esta enfermedad puede aparecer en cualquier momento de la vida, desde que se incorpora gluten a la alimentación hasta la adultez avanzada. Así detallan desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires.
Algunos de los síntomas típicos, explican desde la entidad, son diarrea crónica, distensión y/o dolor abdominal, pérdida de peso y desnutrición; pero también existen otros que pueden ser indicio de la enfermedad: anemia, infertilidad, pérdida de embarazos recurrente, talla baja, alteraciones del esmalte dental, aftas recurrentes, dermatitis herpetiforme, entre otros. Es una enfermedad con tantos síntomas que muchas veces se confunde con otras patologías y se demora su diagnóstico, remarcan.
Desde el colegio, subrayan que se llega a un correcto diagnóstico por la búsqueda de anticuerpos en sangre y por el estudio de las vellosidades intestinales, ambos con rigurosa interpretación y seguimiento por médicos especialistas, nutricionistas y grupos de apoyo.
«El único tratamiento científicamente probado es la estricta adherencia para toda la vida a una dieta libre de gluten, compuesta por alimentos libres de gluten», sostuvo la licenciada en Nutrición (MP 6111), Mirla Leonor Lucero, matriculada en el cuerpo colegiado. Y agregó: «Esta enfermedad está íntimamente relacionada con la malnutrición, enfermedades asociadas, con la inequidad en el acceso a los alimentos sin TACC, por su precio y la calidad nutricional».
La especialista señaló: «Nuestro compromiso es brindar herramientas nutricionales claras, asesoramiento profesional y especializado, apoyando en el seguimiento de las pautas a seguir para el adecuado tratamiento de la dieta y, lo más importante, trabajar para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y de sus familias para lograr su participación e integración plena en las diferentes esferas de la sociedad».
La celiaquía no tiene cura, explican, aunque siguiendo una adecuada alimentación, se restablecen las vellosidades intestinales logrando absorber todos los nutrientes necesarios. «Por encima de todo, e independientemente del patrón alimentario elegido, lo fundamental es que las personas celíacas cuenten con seguridad alimentaria, siendo esta un derecho para poder obtener los alimentos libres de TACC con mejor la accesibilidad económica y geográfica», concluyó Lucero.
En ese sentido, el Colegio de Nutricionistas bonaerenses convoca y acompaña a la comunidad y promueve la concientización sobre esta patología.