El municipio lanzó recientemente la primera campaña de castración gratuita que se realizará los días 26 y 27 próximos, informándose que a partir del lunes 21 estará abierta la inscripción en línea para los turnos.
Conversamos con el director de Bromatología, el médico veterinario Favio Torre, quien está a cargo de la logística de la misma.
Nos comenta que este año comenzó un poco más tarde: «Teníamos programada la primera campaña para el mes de abril pero surgió un inconveniente administrativo con el tema de la contratación que tenía que hacerse por concurso de precios entre los colegas. Ya no se hace la contratación directa y por eso se demoró tres meses. Ya se solucionó y arrancamos la semana próxima con la primera de las cuatro que vamos a hacer».
Agrega que «será una por mes, ya que no nos queda más tiempo. La próxima será, probablemente, a fines de septiembre y así sucesivamente (agosto, septiembre, octubre, noviembre)».
Turnos
Le consultamos sobre la inscripción: «Se abre el lunes 21, es online, a través de la página de la municipalidad, se ingresa ahí, se dirige a trámites, se despliega esa pestaña y al final aparece “campaña de castración”. La turnera estará abierta a partir de las 8.30 de la mañana. Tuvimos en cuenta que es feriado pero lo dejamos así porque justamente hay mucha gente que reclama que no puede inscribirse porque a esa hora está trabajando. Así que ahora puede ser una buena oportunidad».
Nos informa también que, otra vez, hay un cupo para cien castraciones: 70 para perros y perras y 30 para gatos y gatas. «Yo se que va a quedar muy corto el cupo para gatos y gatas, sobre todo porque las últimas veces a los diez minutos ya no había más turnos. La persona ingresa, completa la planilla de inscripción y solicita el turno. Una vez que se completan los 70, la persona queda en lista de espera, un cierto número, porque tampoco tiene sentido que queden en espera 200 lugares. Una vez que se completa la lista de espera directamente les va a decir que ya no hay más turnos».
A propósito de la lista de espera, destaca su importancia: «A nosotros nos sirve porque –por experiencia de otros años– nosotros el viernes previo a la castración hacemos llamada a uno por uno de los inscriptos para recordarles y verificar el turno y siempre hay un cierto porcentaje que se baja. Entonces, utilizamos la lista de espera para llamar y reemplazarlos» nos explica Torre.
Vacunas antirrábicas
Le consultamos también sobre la vacunación antirrábica. «Tradicionalmente la venimos haciendo sobre agosto, septiembre, pero el mes pasado, cuando empezamos a pedir las vacunas para este año, nos avisaron desde el Departamento de Zoonosis Urbana de Avellaneda, como desde el de Zoonosis Rural de Azul, que no se están entregando vacunas para campañas. Tienen un stock pero está reservado para el caso de que haya un accidente rábico y las necesitarían. Pero a partir de mediados de septiembre estarán recibiendo stock, o sea que se va a atrasar un mes aproximadamente. La haremos sobre finales de septiembre o primeros días de octubre».
Recalca que se viene realizando desde hace 30 años y «este año se hará, como siempre».
Le preguntamos si el número de vacunados se ha incrementado: «Ha crecido tanto la población de Monte, sobre todo de mascotas –nos explica– que sigue siendo corto el número, porque el año pasado nos enviaron 1.200 dosis y aplicamos 800; las otras 400 las tenemos y este año tenemos que pedir menos, pero estaría bueno completar el cupo».
Nos repasa que «en el 2020 y en el 2021 se vacunaron más animales, llegamos a los 1.200. Ese año fue muy particular (era en pandemia) y lo notamos en cómo concurrió la gente a vacunar. Tal vez era una buena excusa para salir de la casa o porque la gente tenía más tiempo». La meta entonces es llegar a la vacunación de mil mascotas y concentrándose en distintos sectores de la ciudad, como ocurre habitualmente.
Triquinosis
Le consultamos también sobre algunos casos de triquinosis que pusieron a la población en alerta. Nos detalló que «en realidad hubo unos casos en Salliqueló, que lamentablemente fue un lote comercial. El brote comercial se diferencia del familiar, que es cuando una familia hace una faena para su consumo de chacinados de cerdo sin analizar los animales. Después hacen una venta particular o los consumen ellos, por eso la cantidad de personas afectadas son muchos menos», nos explica.
«Los brotes comerciales son muy raros porque en la producción los animales que se usan tienen que estar analizados. En este caso reciente, dentro de los animales que se faenaban –con inspección veterinaria– entraban algunos de los que ellos mismos criaban y los mezclaron. Hicieron una macana grande, porque uno siempre recomienda consumir chacinados o faena de cerdo con rótulo y analizados y estos tenían rótulo y estaban supuestamente analizados», se lamenta.
«En este caso, la fábrica va a tener que responder por la salud de toda la gente que se enfermó y en el caso de un particular, la gente no tiene a nadie a quien quejarse», nos detalla.
Repasando las medidas preventivas para evitar la triquinosis nos detalla: «Siempre que se faena un animal hay que analizarlo. Y hay que hacerlo por el proceso de digestión enzimática, que es segura. Hay que analizar todos los animales que se van a faenar. Para el que los consume, como digo siempre: comprar chacinados que se sepa cuál es su origen, que tengan un rótulo, justamente porque si pasa algo tiene uno dónde quejarse», nos resume.
«Las carnes hay que cocinarlas bien, lo que uno consuma debe estar bien cocido y evitamos todos estos problemas», concluye Torre.