Desde el viernes, los propietarios no residentes están ingresando sin turno fijo para acceder a nuestra ciudad.
Luego de varios meses de conflicto con los dueños de inmuebles, se tomó la decisión de habilitar el ingreso.
El objetivo principal de la medida fue recuperar en parte la actividad económica del comercio local.
Tras las primeras horas desde la apertura, el secretario de Turismo dijo que “fue una primera prueba piloto y podemos decir que fue superada. No hubo grandes aglomeraciones de vehículos, más allá de que hubo un ingreso sostenido desde las primeras horas del viernes”.
Y agregó que la apertura «Va a propiciar que nosotros mismos tengamos una idea de cómo se comportan los visitantes, los vecinos, el comercio local y demás”.
Gentilli confió que el buen comportamiento de los propietarios durante el período de ingreso con cupo, que se extendió desde el 21 de septiembre hasta el último jueves, fue clave para suspender las restricciones.
“No tuvimos ningún inconveniente, siempre fueron ordenados, respetuosos. Gracias a eso pudimos dar este paso y brindarles la posibilidad de que, durante su estadía en Monte, puedan vivir con la flexibilidad que ofrece la fase 5 en la que estamos”, agregó.
Como se anticipó, los propietarios no tienen la obligación de tramitar un permiso local para ingresar al balneario, sino que solamente deben presentar algún documento que acredite que el inmueble al que van a concurrir es propio o de un familiar cercano, el certificado único de circulación nacional y la aplicación CuidAr.
Además, ya no tienen un límite de permanencia en la ciudad, ni un número máximo de ocupantes en el vehículo que utilicen para viajar hasta allí.
A la espera de los últimos protocolos
Si bien se esperaba que la Provincia presente definitivamente los protocolos para las distintas actividades de temporada, entre ellos los de alquileres, hoteles y restaurantes, aún quedan decisiones por tomar.
Los distintos sectores ya están trabajando en las medidas, aunque luego deberán pasar por el filtro del Comité de Crisis.
Las novedades que surgieron esta semana, en tal sentido, están relacionada con los protocolos de alquiler y la intención del sector inmobiliario de imponer un mínimo de 7 días de alquiler, así como un período de espera de 24 horas entre el egreso de un ocupante y el ingreso del siguiente.
En cuanto al mínimo de 7 días de alquiler, se presentará como una sugerencia y no como una obligación.
En relación con la posibilidad de que un turista se contagie durante su estadía, fuentes de Turismo indicaron que sólo se legislará en materia sanitaria, pero no en lo comercial.
Si hay un contagio, el protocolo indicará que sea hospitalizada o concurra a un centro de aislamiento. En cuanto al alojamiento de sus acompañantes, se está estudiando que el protocolo no determine nada y que sea una cuestión que deban dirimir propietarios, inmobiliarios e inquilinos.
Peatonales
Otro de los cambios que está prácticamente resuelto para la temporada, es la peatonalización de las calles Faro Recalada y Valle Encantado, en el tramo que va desde Intendente Majluf hasta Patagonia.
“Es una idea que estamos desarrollando con los comerciantes, con la idea de evitar las aglomeraciones de personas en la zona céntrica. Se haría a partir de las 18 o 19 de cada jornada”, adelantó Gentili.
La iniciativa contempla que los comercios gastronómicos de estas tres cuadras puedan sacar mesas a la calle, siempre dentro de los lineamientos estéticos que fije Turismo.
“A los interesados les estamos pidiendo que nos vayan acercando sus proyectos. Queremos que sea algo armónico, bien organizado, estéticamente atractivo”, remarcó el funcionario.
Atención de la secretaría de Turismo
Desde este finde semana también volvió la atención personalizada de turistas y propietarios en las oficinas de la secretaría de Turismo.
El servicio se brinda de 8 a 20, todos los días, en Faro Recalada y Pedro de Mendoza.
No se solicita turno previo. Se exige respetar los protocolos vigentes de seguridad e higiene como el distanciamiento social, uso de tapa bocas y desinfección de manos al ingresar al establecimiento.
Fuente: propia y La Nueva