Significativamente presente aparece en el ámbito social, tal vez como un reflejo de lo que sucede en toda la sociedad, el rol y la percepción de la mujer en el periodismo.
Tal vez este sea un tiempo en el que nos tomamos un poco de tiempo para debatir sobre estos temas, por ser el mes de la mujer; pero conocido es por todos que las trabajadoras de los medios periodísticos siguen sufriendo estigmatizaciones, más allá de lo profesional por el cariz “no profesional” (porque no quiero decir “sexista”).
Histórica y culturalmente, a la mujer se la ha encasillado en ciertos roles destinados a la asistencia y el cuidado, y en el ámbito laboral estas mismas normatividades se reproducen, provocando una segregación temática en áreas destinadas o dominadas por los varones.
Y con respecto al abordaje de temas, se le asignan a la mujer aquellos “fríos” o irrelevantes, como cultura, sociedad, salud, educación, agenda de género, destinando a los hombres las áreas más “calientes”, como economía y política.
Si repasamos la grilla de canales de tv, o de las emisiones de radio e incluso en los portales de noticias digitales, podremos comprobar que esto es así.
Los números lo corroboran: la UADE (Universidad Argentina de la Empresa) organizó un panel para reflexionar acerca del rol de la mujer en la industria periodística, moderado por la lingüista y semióloga Karen de Francesco.
Algunos de los nuevos desafíos puestos en debate en el encuentro fueron: desigualdades salariales, temor a perder el empleo, distribución desigual de la cadena de mando y relatos estereotipados.
Asimismo, FOPEA (Foro de Periodismo Argentino) y Google Argentina realizaron una encuesta con alrededor de dos mil consultas. Los conflictos que surgieron de la misma fueron:
– Bajo salario (a igual trabajo con los varones)
– Falta de recursos e inversión
– Miedo a perder el empleo
– Falta de capacitación por parte de los empleadores
El análisis giró alrededor de tres ejes:
– La distribución desigual del beneficio
– La cadena de mando
– El prestigio
Los números son contundentes. Con respecto a la distribución del beneficio:
– El 77 por ciento de las mujeres (8 de cada 10) consideran que no reciben la misma retribución que los hombres.
– El 75 por ciento percibe un menor crecimiento profesional y una baja convocatoria a la hora de realizar “trabajos más arriesgados”.
– El 87 por ciento de las mujeres dicen haber logrado capacitarse pero al menos el 50 tuvo que pagar su propia especialización.
La segunda parte del análisis se concentró en la cadena de mando y estos fueron los resultados:
– El 25 por ciento de las mujeres está en tareas de redacción y como editoras solo el 14.
– Solamente el 4 por ciento en gerencias.
– 8 por ciento como conductoras de programas.
– 1 por ciento como gerentas ejecutivas.
Esto visibiliza una enorme brecha en la cadena de mando. Y se completa expresando que el 71 por ciento de las mujeres tienen un superior hombre y el 78 por ciento de los puestos de jefatura son protagonizados por ellos.
Por último, el análisis puso el foco en la desigualdad en el prestigio. Se le solicitó a la gente que participó de la encuesta que nombraran periodistas: de los 73 nombres registrados, solo el 16 por ciento eran mujeres.
En otra pregunta, que analizaba cómo conciliar la vida familiar con la laboral, el 60 por ciento de las mujeres contestó que es un problema, principalmente cuando están embrazadas.
Para completar, señalaron que “debemos trabajar un 2,5 por ciento más para que nos tomen igual que a los hombres”
Cabe destacar también que el 69 por ciento de los egresados de las carreras de Comunicación son mujeres, frente a un 31 de hombres. Sin embargo, a la hora de la inserción laboral, estos índices se invierten: el 70 por ciento de quienes trabajan en empresas periodísticas son varones.
Más allá de los números que surgen de esta encuesta, que de por si son impactantes, el rol de la mujer en el periodismo sigue siendo un punto que merece debate.
Estos últimos meses se han visibilizado algunas cuestiones de género en canales del orden nacional, con periodistas prestigiosos puestos en debate. Eso es un inicio, una manera de comenzar a hablar de la mirada sexista y estigmatizante para con la mujer en el medio. Pueden debatirse muchas cosas, pero la reflexión apunta a darle el lugar que se merece la profesional periodista, independientemente de su género.
Cuando se reclaman derechos no se habla únicamente de aquellos que son básicos e incuestionables, sino también de estos “ocultos”, “invisibilizados”, que ponen una vez más en el tapete, la mirada desvalorizante y postergadora hacia la mujer, en el ámbito que sea.
Quienes deseen acceder a la información completa del panel organizado por UADE “Mujeres en el periodismo: reflexiones sobre la importancia de hacer de los medios un espacio de igualdad”, pueden clicar en este enlace