El auspicioso pronóstico del tiempo le puso pimienta a este inicio de temporada y la ciudad se apresta a vivir un fin de semana a pleno.
Con casi 100 por ciento de ocupación hotelera y de viviendas de alquiler, se suman los miles que llegan para pasar el día, tanto el sábado como el domingo.
Según reportó un visitante, era masivo el ingreso a la ciudad lo que tornó a paso lento la circulación, aunque comentó que le llamó la atención observar la salida de varios vehículos también, lo que este medio pudo apreciar incluso en la noche del viernes.
Un dato destacado es que por la vigencia del sistema de estacionamiento medido y pago, mucha gente habituada a bajar a la playa en sectores céntricos se desplaza ahora hacia zonas más alejadas, sobre todo hacia el oeste.
La mañana del sábado comenzó con notoria presencia del viento, que según el pronóstico que publicamos ayer, irá bajando su intensidad hacia la tarde.
Las indeseables aguavivas se están asociando a que todo salga bien ya que son esporádicos los casos de bañistas que comentan haber sido afectados por filamentos.
Este sábado pudo apreciarse que los paradores no dan abasto para atender a los turistas ya que a la masividad de la demanda se le agregó por estos días la merma en el personal gastronómico afectado por casos de Covid.
En los comercios se advierte cierta permisividad con los cuidados sanitarios: es nulo el pedido del llamado pase sanitario y hay flexibilidad también en el uso de barbijos tanto por parte de los clientes como de quienes atienden.
La presencia de tanta gente ha sido causal, seguramente, de la disminución en la calidad de la señal de internet que se recibe tanto en domicilios como en dispositivos móviles.
Paciencia. Y a disfrutar, porque el verano explotó en Monte Hermoso.