Conmebol confirma a Colombia como sede de Copa América

A pesar del estallido social y las reiteradas protestas, la Confederación sostiene que la Copa América se hará como estaba pactada, en Argentina y en Colombia

La Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) atraviesa sus días en los mares del bochorno. Parece que no puede superarse, pero día a día lo hace.

A pesar de que Alejandro Domínguez, presidente de la entidad, diga que desde que está él en el poder la Conmebol pasa por un momento de suma transparencia, no es así.

Alejandro Domínguez, Presidente de Conmebol

Por más increíble que suene y a un mes del inicio del torneo, acaban de confirmar las dos sedes de la Copa América como si nada pasara. Poco importa lo que sucede, poco importa el peligro que corren las selecciones, poco importa lo que está viviendo el pueblo colombiano.

“El show debe continuar” dijo Charles Aznavour, el “Frank Sinatra francés” y podría ser, tranquilamente, el lema de Conmebol.

Torneo

La Copa América se programó para disputarse entre el 13 de junio y el 10 de julio. ¿Las sedes? Colombia y Argentina.

Debió disputarse en 2020 pero por la pandemia se corrió para este año.

Chile se ofreció para ser sede, visto y considerando lo que está sucediendo, pero no fue aceptado. También estuvo la posibilidad de Uruguay, pero tampoco prosperó.

Público

La intención de Conmebol es que haya gente en los estadios pero ninguno de los dos países anfitriones está en condiciones de cumplir con esa demanda.

Carla Vizzotti, ministra de Salud de la Nación, dijo que “por ahora, la Copa América se va a jugar sin público”.

Sedes

Hay 4 estadios por país:

 

Grupos

(Clasifican 4 de cada grupo a los 4tos de final)

El fútbol como realidad paralela

En el día de ayer pudimos ver como el fútbol le dio la espalda a la coyuntura.

Mientras la policía le disparaba a los manifestantes que se congregaron fuera del estadio (producto de las protestas que ocurren hace semanas en Colombia), adentro se jugaba un partido de Copa Libertadores.

Júnior y River disputaban un encuentro con sonidos de disparos de fondo. “Era un momento complejo y uno no se puede abstraer de lo que está pasando. No es normal venir a jugar en una situación inestable como la que vive Colombia. No fue normal la previa y se jugó en situaciones muy incómodas, con humo, gases, escuchando estruendos y estallidos. Fue una situación anormal en todo sentido y no podemos mirar para otro lado”, dijo Marcelo Gallardo, director técnico de River, post partido.

Hubo otro caso, el de Atlético Nacional – Nacional (Uruguay), con protestas en el hotel, impidiendo la salida de las delegaciones. El partido se pospuso para unas horas más adelante. Los uruguayos no querían jugar en esas condiciones y debieron someterse por una amenaza de Conmebol de no permitirle jugar en torneos internacionales por 5 años.

En el sorteo de los capitanes, el árbitro invitó a los jugadores a disfrutar el partido y el argentino Gonzalo Bergessio, capitán del equipo uruguayo, expresó su descontento: “Necesitamos más empatía de parte de ellos, somos todos compañeros, somos todos jugadores de fútbol”.

Nacional de Uruguay no quería jugar, quedó muy claro.

Lo mismo sucedió la semana pasada cuando debieron cambiarse las sedes de los partidos que debían disputarse en Colombia.

Los sponsors, la televisación y la Conmebol, llevan al fútbol a una realidad paralela donde nada importa más que seguir con el calendario de las competencias. Eso parece que sucederá con la Copa América: habrá un ambiente festivo dentro de un país en el que, en este momento, no hay nada para festejar.

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