Otra vez anoche Favaloro anduvo entre nosotros. Lo presentimos, merodeó en el ambiente del acogedor auditorio de la Biblioteca Rivadavia, en el corazón de la ciudad de Bahía Blanca.
Otra noche colmada de vecinos de la ciudad y de la región que no olvidan al médico rural y lo llevan en el corazón.
Anoche, Favaloro nos acompañó a recibir la primavera que hoy florece, con su conmovedor mensaje de esperanza que elegimos para el cierre del documental: «Honestidad, trabajar, con pasión, esfuerzo y sacrificio sin límites. Hay que sacrificarlo todo en aras de la verdad y nada más que la verdad. Decir siempre en voz alta lo que se piensa por dentro. Nada puede sustentarse sobre a mentira. ¡Yo pido que todos sigamos soñando!!!
El documental se seguirá presentando en diferentes lugares y ciudades y pronto publicaré el enlace en esta red social para que lo puedan ver desde cualquier lugar donde vivan.
Lo de la Biblioteca Rivadavia será duradero, inolvidable, una ceremonia colectiva que nos acercó al médico platense que eligió descansar para siempre muy cerca de Bahía, en las afueras del pequeño pueblo pampeano donde fue feliz y que nunca olvidó.
Cuánta razón en la letra del tema «Corazón libre», que compuso el cantautor Rafael Amor que parece hecha a la medida de Favaloro. No es lo mismo que escucharlo en la voz y el piano de Jorge Morantes y de Javier Taccari pero solo leerlo emociona.
Acompaño el texto y una imagen del final del documental que es más conmovedora aún. Un fotograma que muestra por primera vez desde el aire el lugar, a 25 kilómetros de Jacinto Arauz, donde por pedido expreso de Favaloro, se esparcieron sus cenizas y descansa para siempre.
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Corazón libre
Te han sitiado corazón y esperan tu renuncia,
los únicos vencidos, corazón, son los que no luchan.
No los dejes corazón que maten la alegría,
remienda con un sueño, corazón, tus alas malheridas.
No te entregues corazón libre, no te entregues.
Y recuerda corazón, la infancia sin fronteras,
el tacto de la vida, corazón, carne de primaveras.
Se equivocan corazón, con frágiles cadenas,
más viento que raíces, corazón, destrózalas y vuela.
No los oigas corazón, que sus voces no te aturdan,
serás cómplice y esclavo, corazón, si es que los escuchas.
Adelante corazón, sin miedo a la derrota,
durar, no es estar vivo corazón, vivir es otra cosa.