Crisis alimentaria: el 40% de las frutas y verduras que se producen en Argentina no llega al consumidor

Choclo

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), alrededor de un 40% de las frutas y hortalizas que se producen en la Argentina no llegan a ser consumidas. 40% es la medida del desperdicio de la producción agrícola en un país que tiene a la misma proporción de su población bajo la línea de pobreza.

¿Cuánto alimento se desperdicia en Argentina y en qué parte de la cadena de producción?

A su vez, del total de alimentos que se produce en la Argentina, hay 16 millones de toneladas por año que no llegan al consumidor; es decir: unos 362 kilos per cápita. De esos 16 millones, 14,5 millones se pierden en la primera etapa de producción: la siembra, la cosecha, el traslado y el almacenamiento. Y 1,5 millón se desaprovecha en la última parte de la cadena: los servicios de comida y los hogares.

“Es mucho más que eso lo que se pierde. Queda en el campo y no llega a cosecharse o a comercializarse para que pueda llegar a destino final. Son cifras enormes”, asegura a Más Industrias Fernando Mendoza, director ejecutivo de la Red Banco de Alimentos Argentina (RedBA).

¿Qué es la Red Banco de Alimentos Argentina (RedBA)?

RedBA es una asociación civil sin fines de lucro que nuclea a los bancos de alimentos de todo el país. De enero a septiembre de 2021 la Red entregó más de 10 millones de kilos de alimentos, más de 30 millones de platos de comida y realizó más de 100 capacitaciones a las organizaciones con las que trabaja, que no son sólo bancos sino también municipios, comedores y merenderos, entre otras.

RedBA fue creada en 2003 como una iniciativa de los propios bancos de alimentos para potenciar el trabajo conjunto, fomentar la creación de nuevos y favorecer alianzas estratégicas “que contribuyan a la construcción de una Argentina bien nutrida y sin hambre”.

¿Por qué se desperdician frutas y verduras?

Son varios los motivos y causas por los que se genera este desperdicio de alimentos:

A veces tiene que ver con el precio: al productor no le conviene levantar la cosecha porque paga más para poder cosechar una verdura que lo que después le terminan pagando en un mercado”, detalla Mendoza.

A veces por condiciones climáticas: se cosecha cuando no se tiene que cosechar. O porque por las prácticas que se utilizan para cosechar o para manipular, por falta de experiencia o por no tener el personal idóneo para hacerlo, los productos van quedando en condiciones que no son aptas para su comercialización”, continúa.

También sucede por dificultades financieras de los productores o por un transporte inadecuado. En verano, por ejemplo, si no se toman las debidas precauciones en el caso de hojas verdes u hortalizas delicadas, un día de calor sin la logística correcta puede echar perder la carga de un camión.

Y también ocurre que los compradores, supermercados y verdulerías rechazan a las frutas o a las verduras por su aspecto. “Vos vas a una verdulería y, por lo general, encontrás casi todas las zanahorias lindas, por ejemplo. Eso significa que hay un montón que no son lindas, no son derechitas, no son anaranjadas, que han quedado en el campo. Ahí es donde se trabaja con los bancos de alimentos”, apunta Mendoza.

Y confiesa: “Te da pena ver cuando los productores te muestran surcos y surcos de lechugas y acelgas que no pueden comercializar y necesitan el terreno para producir otra tanda de hortalizas. Vos ves eso y decís esto es mucho más que el 40%”.

Los bancos de alimentos y nodos: potenciación y sinergia productiva

En los últimos años, la RedBA comenzó a agrupar a los bancos de alimentos cercanos en nodos para potenciar aún más el trabajo de cada uno y generar sinergias. El Nodo Sierra de los Padres comprende los bancos de alimentos de Mar del Plata, Balcarce y Tandil. Comenzó a funcionar en noviembre de 2020 en el predio de la Sociedad Rural de Mar del Plata luego de que la Red ganó un concurso de la Fundación Alimentaris de Suiza. Los primeros rescates rondaban los 20.000 kilos de frutas y verduras por mes. Hacia mitad del año pasado ya se estabilizaron en unos 80.000 kilos en promedio.

“En la zona de Sierra de los Padres vamos a los lavaderos de zanahoria con los carros y hay una cantidad de toneladas impresionante que se pierde por color, tamaño, porque están dobladas. Son excelentes zanahorias en cuanto a sus propiedades, pero no tienen ese aspecto lindo para ser comercializadas”, subraya Mendoza.

Y siguió: “esto es un ganar-ganar porque encima el productor, si no nos dona eso que nos ocupamos de ir a buscar, tiene costos de logística, de destrucción o de llevarlos a otro lugar para consumo animal”.

Papas rechazadas por su aspecto, recuperadas por Red Banco de Alimentos

En los últimos dos meses del 2021 en la zona se hicieron grandes rescates de papas que habían sido rechazadas por pequeños defectos. La RedBA se ocupó de buscarlas, llevarlas al nodo, clasificarlas y distribuirlas principalmente entre los bancos de alimentos de la zona.

En casos como éste, en que los rescates son tan grandes, de 700.000 kilos de papa en noviembre y más de 500.000 kilos en diciembre, las donaciones de ese nodo pueden llegar hasta los bancos de Rosario, Buenos Aires o La Plata, o a los municipios de Chascomús, Baradero, Bahía Blanca y General Guido.

Para seguir creciendo en el rescate de frutas y verduras, la Red firmó dos convenios recientemente. Uno con el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) para que cualquier banco de alimentos en el interior del país pueda contar con el apoyo del conocimiento de sus profesionales. Y otro con la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) para trabajar en conjunto a partir de su planta de deshidratados en la zona de Los Hornos, lo que permitiría prolongar la vida de la fruta y la verdura transformándola.

“En La Plata se están haciendo dulces, sopas, con esta planta se hacen vegetales deshidratados. Cuando tenés todas esas posibilidades podés tener más tiempo para llegar a distribuir a lugares más lejanos”, comentó Mendoza.

“La idea es que esto se haga con pequeños emprendimientos de los bancos. Es una locura que se pierdan 16 millones de toneladas por año de alimentos y, por otro lado, tenés un montón de gente que pasa hambre. Hay que empezar a trabajar en unir esas puntas”, concluyó.

Fuente: masindustrias.com.ar

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