La escasez de combustibles, que provoca largas colas en las estaciones expendedoras, como se advierten en Monte Hermoso al igual que en el resto del país, se da en un contexto paradójico, de crecimiento de la producción de petróleo y desabastecimiento.
Ante la situación Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) se expresó en un comunicado que titula “Sin combustible no hay producción”, que reproducimos a continuación.
La Argentina del presente enfrenta situaciones graves en materia económica muchas de las cuales se verifican en falta de productos o insumos básicos para la vida cotidiana; ahora se le suma el desabastecimiento de combustibles.
En un país que se maneja su logística mayoritariamente por fletes en camión y con una matriz productiva netamente agropecuaria, la falta del insumo básico –combustible– genera un caos productivo, sea esto en la siembra, la distribución, el abastecimiento de alimentos y la vida de todos los días.
Como representantes de los productores del interior del país advertimos que la falta de combustible en todas las provincias está provocando demoras en las labores agropecuarias, afectando seriamente el inicio de esta nueva campaña.
Frente a la necesidad crece el abuso y entonces aparecen los cupos y los sobreprecios, sucede que los productores se ven obligados a pagar precios elevados en el mercado negro por combustible, lo que sin duda agrega costos de producción y reduce los márgenes de rentabilidad.
Tampoco desde el gobierno se escuchan voces que pongan en claro la situación y ofrezcan una información confiable que permita conocer cuándo regresará la normalidad del abastecimiento.
La escasez de alimentos y su correlato en la suba de precios, está muy cerca, urge tomar medidas concretas. En tal circunstancia, desde CRA, hacemos un llamado urgente a las autoridades para abordar esta crisis de manera efectiva y tomar medidas concretas para garantizar el suministro de combustible necesario.
Razones
Hasta ahí la postura de la entidad gremial agropecuaria. A la hora de encontrar el motivo de la situación, Sofía Diamante en La Nación, afirma que la falta de combustible en la Argentina está explicada por tres brechas de precios, que describe.
Brecha entre las estaciones y el mercado mayorista
Mientras que la inflación acumulada hasta octubre ronda el 120%, los precios de los combustibles en las estaciones de servicio aumentaron solo 60%. Esto sucede debido a los acuerdos de precios que fijaron la Secretaría de Energía con las empresas refinadoras (YPF, Shell, Axion y Puma Energy, entre otras).
La situación es distinta en el mercado mayorista, donde las petroleras venden nafta y gasoil a los grandes consumidores, entre los que se encuentran las empresas transportistas (camiones) y los productores agrícolas (para sus maquinarias), entre otras. En general, este mercado suele ser más económico que la venta en estaciones de servicio.
Sin embargo, debido a que el mercado minorista tiene intervenido su precio debido al acuerdo con el gobierno, las refinadoras trasladan el aumento de sus costos solo al mercado mayorista.
Brecha de precios con el exterior
El precio actual del litro de nafta súper está en su valor más bajo en por lo menos los últimos 10 años. El promedio nacional cuesta 86 centavos de dólar ($300) al tipo de cambio oficial, cuando su precio histórico siempre fue mayor a un dólar ($350).
En las ciudades cercanas a los países limítrofes hay una mayor demanda de nafta y gasoil debido a que los ciudadanos extranjeros cruzan la frontera para cargar sus tanques.
Cuando se compara el valor del litro de nafta con otros países de la región, se observa que en Paraguay cuesta US$0,93; Brasil, US$1,14; México, US$1,36; Chile, US$1,47, y Uruguay, US$1,95, según la consultora Economía y Energía (E&E).
En cuanto al litro de gasoil, mientras que en la Argentina cuesta US$1, en Paraguay, US$1,03; Chile, US$1,13; Brasil, US$1,20, y México, US$1,34.
Brecha cambiaria
Si bien la Argentina es productora de petróleo y el mercado doméstico se abastece en su totalidad con la nafta procesada en las refinadoras locales, no sucede lo mismo con el gasoil, donde todavía entre el 15% y 20% del consumo se debe importar. En este segmento se agravan los problemas.
Mientras que el costo de importar un litro de gasoil es de US$1,98 a una cotización de $790 del contado con liquidación (CCL), en el mercado doméstico se vende a 36 centavos si se toma en cuenta el mismo tipo de cambio.
Las empresas dicen que, debido a las restricciones para acceder a dólares del Banco Central (BCRA), deben pagar las importaciones al CCL, que es la cotización legal utilizada para girar divisas. Por lo tanto, las refinadoras importan lo mínimo e indispensable para abastecer a sus operadoras con las que tienen contratos establecidos.
Además, mientras en la Argentina el barril de petróleo criollo se comercializa a US$56, por la intervención de la Secretaría de Energía a través de YPF, en el mercado internacional no se consigue a un precio menor a US$80. Se trata de una doble brecha de precios que distorsiona el mercado.