Las prácticas de formación y capacitación son frecuentes en Parador La escuela. Desde sus inicios este proyecto fomenta el desarrollo de los deportes en el mar. Como espacio de enseñanza interdisciplinario aunamos esfuerzos para hacer que todas estas propuestas sean seguras y divertidas.
En esta oportunidad la protagonista de la actividad formativa y turística fue Daiana Farrer, profesora de natación por la Universidad Nacional del Litoral. Ella junto a un dispositivo de seguridad acorde a la magnitud del evento, desarrollaron por segundo año consecutivo una clínica de natación en el mar.
Los equipos de natación del Club Chacharita y Hacoaj se hicieron presentes nuevamente aprovechando el fin de semana largo del 16, 17 y 18 de noviembre 2024. Altura del año donde la naturaleza regala unos espectáculos únicos al amanecer y el atardecer con el sol en el mar. Un grupo de más de treinta nadadores viajaron a nuestra ciudad para participar de cinco entrenamientos planificados en aguas abiertas.
El responsable de que se repita esta propuesta fue el entrenador de ambas entidades, Leonardo Cavanay, quien contactó a Daiana a través de las redes buscando información sobre destinos turísticos para nadar con sus entrenados. En junio de 2023 comenzaron las primeras entrevistas y reuniones de planificación para recibir a más de 60 nadadores en Parador La Escuela con el fin de realizar un curso intensivo de natación en el mar.
En este 2024, contamos con toda la experiencia de la edición anterior, un Parador La Escuela con sus instalaciones mejoradas para brindar un mejor servicio, también con un calificado, capacitado y experimentado dispositivo de seguridad y la magia característica del lugar. Todo para que nadadores y nadadoras que nos elijen se sientan seguras y acompañadas durante los entrenamientos.
El tiempo, variable independiente, le puso un condimento especial a la clínica. El primer día un viento del este superando los 20 km/h hizo sentir su rigor y presentar un gran desafío. Tal es así que un pescador poco experimentado entró al mar con un kayak, una ola lo dio vuelta y las guardavidas Catalina Bello y Erika Ayala del cuerpo de guardavidas de Monte Hermoso presentes en el evento, al verlo en dificultades, tuvieron que realizar la primera asistencia antes de que los nadadores ingresen al agua.
Desafíos y logros en aguas abiertas
La primera actividad fue exitosa, al partir desde el icónico Faro Recalada nadando hacia Villa Caballero. El primer grupo compuesto por nadadores veloces partió y llegaron hasta los palos del antiguo espigón este. El segundo grupo hizo el mismo recorrido llegando hasta la primera línea de edificios del camino del Sauce. El tercero hizo lo propio partiendo del faro y llegando hasta la escuela y el último, con nadadores iniciantes nadaron una distancia menor saliendo frente a la escuela.
El grupo de punta, excelentes nadadores, fueron por más y realizaron nuevamente el recorrido. Todos los demás quedaron satisfechos en esa primera inmersión en el mar. El viento y la deriva fueron usadas a favor en la planificación del derrotero.
Cada grupo iba acompañado por supistas, responsables de su seguridad, una moto de agua recorriendo el trayecto con olas y viento, y en playa las guardavidas atentas acompañando la travesía venturosa.
Luego de esta primera experiencia se brindó un almuerzo saludable y nutritivo previo al descanso en la playa o en los alojamientos en Villa Caballero y demás puntos de la ciudad elegidos por estos nadadores. A fin de recobrar fuerzas y ganas para afrontar el siguiente desafío, nadar en diagonal a la playa con viento y corriente en contra para que la vuelta sea disfrutar del nado con una buena derivada. Tres boyas ubicadas en una línea con separación de 300 m unas de la otra señalizaron la trayectoria.
Al finalizar el día se notaban las caras de felicidad tras enfrentar los desafíos y superarlos de manera exitosa, cada cual, a su ritmo, disfrutando y agradeciendo el presente maravilloso.
Un cierre cargado de emociones
La aventura continuó el domingo a las 11 am con una propuesta superadora. El sol levantó la temperatura del ambiente y el viento sudeste, con olas más pequeñas que el día anterior, presentaron un mar en mejores condiciones. Así fue que se hicieron los dos primeros entrenamientos por la mañana antes del almuerzo. Se usaron boyas para marcar el recorrido y por grupos fueron comenzando los nados.
Después de almorzar y descansar para recobrar fuerzas, se afrontó la última inmersión de la clínica. Llenos de alegría y entusiasmados por las condiciones del mar que iban mejorando, partimos desde el faro nuevamente para hacer la despedida de la clínica de natación en el mar Parador La Escuela 2024.
La consigna de este circuito fue disfrutar de cada una de las sensaciones vividas, del presente maravilloso que regala la naturaleza a quienes se animan a vivir este tipo de experiencias planificadas con tanto amor y profesionalismo en cada detalle.
Para finalizar, una vez reunidos nadadores y organizadores en La Escuela, aprovechando el sol de la tarde, fueron muy emotivas las palabras de Leonardo, de Daiana con Juana en brazos y los integrantes del dispositivo de seguridad: Israel Robino, Lucio Campagne, Franco Santa Cruz y Martin Alonso en moto de agua. Como respuesta, nadadores y nadadoras que se animaron aprovecharon la ocasión para agradecer y reflexionar sobre la experiencia vivida.
El común denominador de cada frase por parte de los participantes evidenciaba la sensación de seguridad, calidez, acompañamiento, profesionalismo y amor por lo que hacemos y por nuestro mar, espacio donde acontece la magia del encuentro. Muchas sonrisas, abrazos, aplausos y buena energía transcurridos entre un hermoso grupo de personas amantes de la natación reunidas en el proyecto que construimos: la mejor escuela del mundo.
Y el cierre definitivo fue en Parador La Marea, lugar donde la buena comida, una atención excelente y el plus de un show con música y baile, agregaron el condimento especial para el evento. Las palabras sobraban y cada una de las personas presentes en la clínica se llevaron de regalo un llavero de Parador La Escuela y las ansiosas ganas de repetir nuevamente el año próximo.
Para nosotros también es conmovedor y enormemente satisfactorio recibir grupos de personas de diferentes edades, niveles e historias con ganas de experimentar aventurarse a nadar en el mar, enfrentar las condiciones ineludibles del tiempo y sus circunstancias. Quedamos maravillados y agradecidos porque nos vuelvan a elegir y estén dispuestas a confiarnos su seguridad.