Este domingo se desarrolló el último día de la Fiesta de las Llanuras, con actividades planificadas en el campo de jineteada con gran pialada de terneros, a partir de las 9, con 1.500.000 pesos en premios.
A media mañana, jineteada con jinetes y caballos elegidos, categoría crina: 25 caballos, con 1.000.000 de pesos en premios y a las 14.30 Bastos con encimera, 50 caballos; con 3.000.000 de pesos en premios.
El broche de oro se realizó a partir de las 18 con criadores de caballos, destrezas gauchas con 1.000.000 de pesos en premios al tropillero ganador, que –asimismo– participará en el Festival de Diamante en Entre Ríos en enero próximo.
En la plaza central, se desarrolló la jornada de desfiles, en la tarde del sábado. La cita fue frente al palco principal ubicado en la esquina de Maciel y San Martín, frente a la iglesia, lugar tradicional. En el escenario central se ubicaron los conductores del tan convocante evento y los payadores acompañaron con sus coplas improvisadas cada paso de las delegaciones de caballos y las carrozas.
Este momento, un clásico de cada fiesta, deja un espíritu gauchesco, respeta un costumbrismo sano e identitario, que no solo engalana este desfile sino que tiñe toda la fiesta con una frescura en las guitarras y en las palabras de estos copleros de palabra floreada, de conocimiento pleno de la vida del pueblo, y de alguna mentira o exageración también.
Los relatos estuvieron a cargo de Alan Eriksen, de San Cayetano; Santiago Ayzaguerre, de Coronel Dorrego, y de Hernán Velasco, de El Carril.
Los payadores fueron Pedro Saubidet, de Santa Rosa; Lucas Aguirre, de Quemú-Quemú; y Nahuel Federizzi, de Indio Rico.
Apenas pasadas las 18 comenzó el desfile de caballos y algunas tropillas. El mismo contó con la presencia del presidente de la Peña Nativista de Coronel Dorrego, Daniel Civardi, con todo un equipo que gente que cuidó cada momento de este desfile.
El desfile fue habilitado por el intendente municipal Juan Carlos Chalde, tras el pedido que le realiza el capataz de campo, Diego Ballester. Comienza y se anuncia que será interrumpido a las 19 para el arrío del pabellón nacional por las autoridad, junto al provincial y al distrital, en los mástiles ubicados frente al edificio municipal, con el acompañamiento de una trompeta que interpreta el himno nacional y luego el clásico acompañamiento en el arrío de la bandera.
A continuación regresan al escenario mayor a continuar con el desfile que ante un lugar colmado por los ciudadanos dorreguenses y visitantes de la región pueden disfrutar de 700 caballos y sus jinetes; con los clásicos premios que van recibiendo en su saludo en el escenario mayor. Un despliegue de trabajo, acompañamiento y belleza en esos caballos y sus jinetes (gauchos, paisanas y muchos niños acompañando).
Destacable la organización y el permanente cuidado del público, y también del trabajo de equipo de limpieza de la municipalidad, que una vez finalizado el desfile de caballos y antes del de las carrozas puso en marcha un equipo de barrenderas que en pocos minutos dejó la calle nuevamente en condiciones.
Posteriormente se hizo el desfile de las escuelas y para el cierre el de las carrozas de algunas instituciones que participaron, donde se pudo observar una demostración de cultura gauchesca, actividades relativas al campo, y una gran torta de celebración de 50 años del Jardín de Infantes 904.
Todo esto con el cierre, posterior al desfile del cuerpo de danza de la Peña Nativista y la presentación del grupo Dos más uno.
Asimismo, la cita para participar del desfile fue la excusa para disfrutar de los fogones instalados alrededor de la plaza, con un gran trabajo de las cooperadoras de las escuelas, y del patio de comidas ubicado frente al escenario, que tenía una oferta interesante en sus foodtrucks y algunos fogones. Sobre el otro lado de la plaza había una propuesta interesante de puestos artesanales con oferta variada con el tema central: las tradiciones.
Una noche plena, de disfrute, danza y costumbres gauchas.