AlEste es la primera bodega de la provincia de Buenos Aires que surgió tras la derogación de una insólita ley que prohibió la producción de vinos por 60 años.
Situada en la localidad de Médanos, a tan sólo 45 km de Bahía Blanca, y a 150 de nuestra ciudad, fue la primera en instalarse en la provincia de Buenos Aires luego de que una ley prohibiera la producción de vinos en territorio bonaerense por más de seis décadas.
El ingeniero agronómo Daniel Di Nucci, su fundador, contó como surgió este proyecto que hoy pica punta en el país con productos de media y alta calidad en sabor, tono y presentación.
Corría el año 2000 y Daniel se encontraba en un momento muy especial de su vida. Tras años de ocuparse como productor de seguros, tomó la decisión de retirarse, pero con la intención de incursionar en un nuevo rubro que le despertara mayor interés.
Aún sin saber a qué dedicarse, un viaje por Europa le marcó su nuevo camino. Transitaba por una autopista, dirigiéndose a la ciudad francesa de Narbona, cuando sintió que aquel lugar sería adecuado para hospedarse y descansar.
Sin embargo, el destino hizo de las suyas para que Daniel tomara una ruta equivocada. El hombre siguió avanzando, dejando cada vez más atrás la ciudad y adentrándose al campo, hasta que llegó a un cartel con la imagen de una viña y una leyenda que rezaba “Hôtel Vignoble”.
“A veces uno se inspira porque ve algo que le llama la atención y ahí emprende una idea, como tantas otras cosas que nacen fortuitamente de la casualidad”, expresó Daniel Di Nucci en diálogo con Infocielo.
Algo se encendió en el corazón de Daniel y en su regreso a Barcelona, donde debía dejar el auto rentado, comenzó a explorar las bibliotecas de la ciudad para encontrar bibliografía sobre enología, tema del cual tenía escaso conocimiento. Aunque la mayoría de los textos estaban en catán, pudo adquirir el “Tratado de Enología de Hidalgo”, uno de los compendios de prácticas enológicas más completos.
De regreso en Argentina, precisamente en Médanos, el pueblo que lo vio nacer, Daniel comenzó a instruirse con más ímpetu acerca de la vitivinicultura y a pensar en la posibilidad de producir vid en su tierra.
Fue allí cuando conoció la existencia de una ley que prohibía la producción de vinos en la provincia de Buenos Aires y que había sido recientemente derogada, en 1997.
Lejos de lo que se imaginaría, la provincia de Buenos Aires llegó a ser la cuarta en producción de vid hasta la década del 30. En aquellos años, los inmigrantes italianos y españoles trajeron desde sus tierras la cultura vitivinícola e implantaron los primeros viñedos.
Médanos también fue tierra de vinos. Siso Tiburtini, nacido en esta localidad, fue testigo de la erradicación del vino bonaerense. Fue él quien le contó a Daniel la historia de penurias que sufrió su familia al tener que finalizar con su pequeño viñedo debido a la sanción de la Ley Nacional 12.137, que prohibió la plantación de la vid en las provincias de Buenos Aires y Entre Ríos, grandes productores de vinos en aquellos años. Esta ley surgió como una errónea solución al golpe que sufría la economía tras la gran depresión de los años 30 y que afectó a las actividades productivas regionales.
Casi 63 años después, la Ley fue derogada y, nuevamente, la provincia de Buenos Aires podría lanzarse como productora de vinos. Es allí donde Daniel y AlEste aparecen para ocupar aquel lugar vacante.
Daniel no lo dudó más y se arrojó a cumplir aquella ilusión que nació en el sur de Francia y trasladó al sudoeste bonaerense. Contactó a una consultora mendocina que se dedicaba a la planificación y desarrollo de viñedos, para elaborar el proyecto.
En una parcela familiar de 1,5 hectáreas, implantaron 5.000 vides de ocho diferentes varietales. A su vez, desarrollaron un sistema de riego por goteo y toda la estructura de enmaderado y alambres para construir los espalderos.
Las primeras uvas fueron cosechadas casi dos años después, las cuales fueron escasas, pero lo suficiente para convertirse en el primer vino bonaerense hecho de manera completamente artesanal. La cosecha del año siguiente permitió la elaboración de las primeras botellas que fueron analizadas por el INTA con resultados muy alentadores.
Ese mismo año, AlEste incorporó 40 hectáreas de tierras que compró a la familia Tiburtini sobre las que se implantaron 25 hectáreas de viñedos y también se comenzó con la construcción del edificio de la bodega.
La primera vendimia comercial se logró en 2006 y llegó al público en 2008. Actualmente, la capacidad total de la bodega es de 180 mil litros y se producen cuatro varietales de tintos: Malbec, Merlot, Cabernet Sauvignon y Tannat; y dos blancos: Chardonnay y Sauvignon blanco. Su vino más comercializado es la marca “Terrasabbia”, el cual puede ser adquirido en distintos puntos del país y o por su página web.
La uva implantada en zonas ventosas como Médanos es de piel gruesa, lo que genera un vino de características únicas que se manifiesta en su sabor e intenso color. Asimismo, se utilizan levaduras autóctonas, las cuales hacen un proceso de fermentación que marcan su impronta.
En busca de la alta gama
Cuando Daniel soñó con su propia bodega, jamás imaginó ser el precursor de una actividad económica que descansaba en el olvido. A lo largo de estos 22 años, cargó con la tarea de relanzar el vino bonaerense y de renacer en la conciencia colectiva la existencia de estos emprendimientos en los habitantes y turistas de la provincia.
Según estima el agrónomo, en Buenos Aires hay cerca de 30 emprendimientos vitivinícolas de distintas magnitudes que se encuentran explorando en la producción de vid.
En este sentido, un proyecto de ley que estimula el desarrollo de la vitivinicultura en territorio provincial ya cuenta con media sanción en Cámara de Senadores. Esta iniciativa apunta a la promoción de la industria, la elaboración de un registro provincial de viñedos y bodegas y que los supermercados otorguen el 2% de las góndolas a vinos bonaerenses.
“Es justo que se revierta aquello que tanto daño hizo y que ni siquiera hoy lo sentimos como lo que fue, algo muy traumático”, manifestó Daniel.
“Se ha borrado de la conciencia popular que pueda haber vinos en Buenos Aires. Volver a posicionar los vinos en regiones que no son las tradicionales para el grueso de la gente no es fácil. Es costoso. Hay que hacer un camino muy largo y demostrar que se pueden hacer vinos de alta gama. Sin ninguna duda eso es posible”, concluyó.
La bodega AlEste se encuentra situada en la Ruta Nacional 22, Km 732, en Médanos.
Se encuentra abierta al público de lunes de viernes de 8 a 15 y sábados de 8 a 12. Allí podrán hacer una recorrida por los viñedos y probar los distintos varietales que ofrece la bodega. A su vez, está disponible para eventos sociales y empresariales.