En la tarde de este sábado regresaron de un viaje de estudio los alumnos de segundo grado de la Escuela Primaria n°1 Florentino Ameghino.
Habían partido hacia la provincia de Tucumán el pasado domingo en el marco del proyecto “De Monte Hermoso a Monte Bello”.
El contacto entre ambas localidades había surgido durante la pandemia, cuando comenzaron a intercambiarse cartas entre las dos escuelas.
Monte Bello es un pequeño municipio del departamento de Río Chico, cuya población es de aproximadamente 750 habitantes, con una sola escuela primaria, la n° 67, que también tiene jardín de infantes, y una escuela media de educación secundaria.
Un poco más de 1.500 kilómetros son los que separan a estos niños, que viviendo en lugares tan distintos compartieron la misma alegría de conocerse.
Hasta allí emprendieron esta aventura, cuya idea nació a partir del acto del 9 de Julio, cuando les pidieron a los chicos de Tucumán que les cuenten y les enseñen a través de algunos videos sobre la celebración de esa efeméride en la provincia donde justamente se proclamó la declaración de la independencia.
“Después de que la directora y la inspectora nos dieran el ok, les contamos a los padres y se engancharon con la propuesta”, nos cuenta Marisel Del Alamo, una de las docentes de segundo grado, quien junto Patricia Alvarez, la otra seño, se pusieron al hombro este lindo proyecto.
Al regreso de las vacaciones de invierno comenzaron con los preparativos: “Lo único que tuvimos que pagar fue el micro, cada uno pagó su pasaje ida y vuelta, lo demás nos lo consiguieron todo, hasta el hospedaje y la comida. Como había familias que no podían pagar pedimos donaciones e hicimos algunos eventos para juntar dinero extra por cualquier eventualidad. Al ser niños de siete años abrimos la invitación a los papás, algunos viajaron en el micro con nosotros porque sobraba lugar y otros fueron en auto, las familias sí debieron pagar sus gastos”, relata la maestra y agrega: “Nos quedamos en Aguilares, una ciudad que queda muy cerquita de Monte Bello, en un albergue que construyeron para los médicos en pandemia”.
En total fueron 27 alumnos y seis docentes, además de los papás que se sumaron a la experiencia. Los chicos que por diferentes motivos no pudieron ir, trabajaron en paralelo desde Monte Hermoso con una bitácora de viaje compartida virtualmente en la que fueron registrando cada actividad: el recorrido histórico por San Miguel de Tucumán, por ejemplo, la visita al Dique Cadillal y a la ciudad de Famaillá y el paseo en trencito por la ciudad de Aguilares fueron algunos de los lugares que visitaron.
“La hospitalidad es increíble, nos han recibido con bombos y platillos”, dice Marisel y sostiene que “no hay mejor aprendizaje que todo lo vivido y todo lo experimentado como protagonistas, son cosas que no se olvidan más. No hay limitación posible cuando uno tiene ganas y confía en el equipo de trabajo, solo se trata de proponérselo”.
Como en todo viaje de intercambio, la idea es que el próximo encuentro sea en Monte Hermoso, “lo que no sabemos es si van a poder venir los chicos de segundo, lo más probable es que nos visiten los alumnos de sexto grado, porque ellos no tienen viaje de egresados, hacen algún campamento en algún lugar cercano pero nada más porque es una localidad muy humilde, así que nos parecería muy lindo darles la posibilidad de que conozcan el mar. Igual en un micro podría viajar media escuela prácticamente porque en total son 120 alumnos”. La recepción de los tucumanos sería posiblemente para marzo del próximo año, aunque todavía no está definida la fecha.
Como cierre de esta maravillosa experiencia, el jueves por la noche tuvieron un fogón de despedida, sellando este lazo fraternal que chicos y grandes atesorarán en sus corazones como un recuerdo entrañable.