Ningún medio de comunicación puede abordar toda la realidad. Nadie puede darse el lujo de hacerlo.
Por estos días se difundió por medios regionales y también por algunos de alcance nacional una noticia referida a Monte Hermoso sobre la conducta de una persona tras una discusión.
Al mismo tiempo, cómo es lógico, se omitieron innumerables hechos acontecidos en esa fecha, también sucedidos en Monte Hermoso. Muchos acontecimientos también dignos de mención no recibieron tratamiento mediático alguno.
¿Por qué se eligió entonces ese hecho puntual sobre una conducta particular para ilustrar sobre la realidad de Monte Hermoso? ¿Acaso ese particular significó más que todo lo que están viviendo decenas de miles de personas por estos días disfrutando lo más propio de este balneario?
No se puede abordar desde un medio toda la realidad. Entonces debe decidirse qué informar, para que el lector tenga entre manos una ayuda, algo que le acerque aquello que no puede ver directamente.
Por lo demás, todo hecho puntual debe entenderse en la totalidad de los factores para poder analizarse. Y esa es otra dificultad que tienen y que presentan los medios. Proponer al lector un caso aislado y sin conexiones es dejarlo en condiciones de cierta dificultad para comprender lo que pasa.
En esa trama de dificultades se genera la opinión pública, con los datos sobre los hechos de que dispone.
Desde nuestra redacción preferimos comunicar aquello que dominamos, gracias a la información a la que tenemos alcance, para que el lector pueda al menos hacerse una idea cierta de lo que sucede. A veces puede ser poco, pero es cierto, es lo más completo dentro de nuestras posibilidades.
Ningún medio puede abordar toda la realidad. Por eso se debe elegir qué comunicar y cómo hacerlo.
Feliz 2025.