– Amigo, decime cuándo es una buena época para ir a Monte Hermoso que estoy organizando el primer viaje de mi escuela, Olona Paddle Surf.
– En octubre el agua ya está calentita y el sol sale y se pone en el mar.
Así comenzó la preparación de una nueva edición de la Experiencia Suptrip Parador La Escuela 2024. La escuela que se puso en contacto para reservar la fecha es oriunda de Paraná, Entre Ríos. Su directora e instructora es mi amiga personal Leticia Betancour, una rider aguerrida y de las que dieron inicio al desarrollo del sup en la ciudad entrerriana, cuna de campeones.
Propuse esa fecha porque realmente la considero una de las mejores del año para practicar sup en nuestro querido mar. El agua supera los 15 grados, la temperatura afuera es muy agradable y los atardeceres mágicos están comenzando a deleitarnos con su postal de cada día. Una buena combinación para hacer un viaje a nuestra costa y participar de un curso intensivo de supsurf en un fin de semana.
El Suptrip incluye alojamiento, comidas, un curso de cinco clases teóricas y prácticas con acompañamiento dentro y fuera del agua, tabla, remo, fotos, filmaciones, y video análisis posterior a la práctica. Impulsamos el turismo local ofreciendo alojamientos, cenando en paradores en la playa, y disfrutando de los maravillosos momentos que nos regala la naturaleza en la mejor playa argentina. También tomamos un tiempo para la meditación y agradecimiento en el atardecer de cara a la puesta del sol en el mar.
En esta ocasión se sumaron al equipo paranaense dos personas de La Pampa, una de Neuquén, y dos dorreguenses que ya han realizado varios cursos en nuestra escuela durante el invierno. Un punto de encuentro de diferentes experiencias y recorridos con el deporte dándose cita en nuestro décimo Suptrip Parador La Escuela.
El viernes a las 15 nos encontramos en Parador la Escuela. Cuánta emoción ver todo el equipo reunido, y a Leti, con quien hacía tres años que no compartíamos presencialmente. La última vez que estuvo en Monte Hermoso nuestro edificio en la playa aún no existía. Ahora recibía a ella, riders de su escuela y demás personas del resto del país que se sumaron a la propuesta Suptrip Parador La Escuela.
Ahí mismo definimos el cronograma del día y acordamos encontrarnos a la tarde para ir a hacer nuestra primera clase del curso. Decidimos armar dos grupos para aprovechar al máximo las condiciones desafiantes que nos presentaba el viento del este. El inicio fue súper exitoso. Terminada la clase nos quedamos compartiendo con quienes tenían ganas de un rato más en el mar. Para la puesta del sol ya habíamos salido y lavado las tablas con agua dulce y pudimos contemplarla en el deck de la escuela compartiendo mates.
Ya de noche coordinamos el cronograma del día siguiente, sábado 12 de octubre. Plantear tres clases en un día es un desafío físico considerable, dado que el consumo energético que lleva la práctica de sup en el mar es muy desgastante. A las 11 la primera, a las 15 la segunda y a las 17 la tercera.
La cena esta vez fue en La Marea, un hermoso parador de nuestra ciudad con una vista privilegiada al mar. Nuestro amado Rojo parador de playa ya no existe más y nos pesa en nuestros corazones, pero la vida y los proyectos continúan. Mi participación en la cena fue pasar a saludar y compartir un rato con los presentes. La vida familiar con Dai, una mujer hermosa, y Juana, una hija preciosa de nueve meses ordenaron las prioridades de un modo fantástico.
Por la noche una nueva cena en La Marea y esta vez estuvimos presentes con Juana y Dai. Un hermoso encuentro acompañado de buena comida, un lugar fantástico, personas formidables. Las caras de cansancio eran indisimulables, como así también la felicidad de la experiencia que estábamos viviendo.
Domingo, último día del suptrip. Por la mañana la playa estaba hermosa y nos dispusimos rápidamente a meternos al agua. Un día de cierre extraordinario: sol, linda temperatura, olas pequeñas y la experiencia de cuatro sesiones de supsurf que marcaron la diferencia de todos los presentes al momento de entrar al mar, buscar la ola, meterse en la onda y surfearla hasta la orilla.
Por la noche nos encontramos en el complejo de departamentos ubicado en San Lorenzo 381 para hacer el video análisis característico de este curso, momento de evaluación del proceso de aprendizaje de cada persona que estuvo en el agua. Podemos identificar claramente las decisiones tomadas al momento de ejecutar la técnica de remada, la lectura del mar para agarrar la ola, la dirección del cuerpo y la dirección de la tabla y las opciones que podríamos haber tomado. Un punto fuerte de toda la propuesta y donde sucede el mágico momento de reflexión sobre la propia práctica.
Abrazos de despedida, muchas palabras de agradecimiento por parte de todas las personas y el deseo compartido con todas las escuelas que vienen a los Suptrip Parador La Escuela: las ganas inmensas de estar nuevamente en nuestro espacio, tomando clases, compartiendo en el mar, viendo las puestas de sol mágicas y toda la buena vibra sintonizada en la mejor escuela del mundo.