La ministra de Gobierno bonaerense, Teresa García, analizó hoy que, para frenar los contagios de coronavirus en la provincia de Buenos Aires, deben ser reforzados los controles en el transporte público y de vehículos particulares, y sostuvo que en esta línea se acordó avanzar en el ámbito del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).
La funcionaria precisó que en el encuentro que ayer mantuvieron el ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, con sus pares bonaerense, Daniel Gollan, y porteño, Fernán Quirós, “se acordó el armado de una mesa técnica que monitoree diariamente la situación para la toma de decisiones porque el crecimiento de casos de Covid-19 de estos días es exponencial”.
García expuso que no se definió si se retrocede una fase del aislamiento social, preventivo y obligatorio, y opinó que, como “las decisiones que se tomen ahora impactarán dentro de 14 días, se analizará a diario cómo circula y crece el virus”.
“La única cosa que se estableció es establecer más restricciones en el transporte público y de vehículos particulares, porque aumentó mucho”, explicó y remarcó que la medida apunta a “reducir la movilidad” de un distrito al otro.
García planteó que se busca “trabajar para reforzar los controles y lograr nuevamente que funcionen de manera más estricta” porque se advierte una “relajación en el tema”.
Sostuvo que, en muchos casos, “desaparecieron los controles de los permisos”, graficó que la ultima vez que viajó desde la Ciudad hasta La Plata no la frenaron “ni una sola vez” y apuntó que se visibiliza mucha circulación vehicular tanto en la avenida General Paz como en la autopista Buenos Aires – La Plata.
“Habrá que volver a ser muy restrictivo con el control de autos particulares. Además, el traslado debe estar reservado exclusivamente para actividades esenciales y uno ve que no es así”, insistió y propuso “volver a los controles muy estrictos, como en la etapa inicial, donde se mostraba el certificado de circulación”.
Por último, García criticó a aquellos medios de comunicación que ejercen presión para “abrir todo” en momento en que la sociedad está “agotada” después de casi 90 días de cuarentena pero se mostró confiada en la “conciencia social” y dijo que “si se disparan los casos de manera incontrolable, la gente va a cumplir” con el aislamiento.
“Como dice siempre el presidente (Alberto Fernández): esto tiene como objetivo cuidar la salud de la gente”, concluyó.