El conflicto tiene ya varios capítulos. Desde hace tiempo, los dirigentes de los clubes venían mirando de reojo a Marcelo Tinelli, presidente de San Lorenzo y de la Liga Profesional de Fútbol (LPF).
No solo por sus reiteradas licencias a la presidencia de su club sino también por, según lo consideran los clubes, su ausencia y mal desempeño al frente de la liga.
Desde aquel bochornoso 38 a 38 en las elecciones para presidente de AFA cuando compitió con Luis Segura, no logra enderezar el barco: a pesar de haber pasado por algunos cargos en AFA, en la Superliga y en la actual LPF, Tinelli nunca pudo dejar una buena imagen como dirigente.
A todo esto hay que sumarle que el club que preside (actualmente está de licencia) atraviesa un pésimo presente económico y deportivo.
¿Por qué se enumeran todas estas cosas? Porque la imagen de Tinelli está debilitada y todos se le animan. Contrario a él, Claudio “Chiqui” Tapia está cada vez más fuerte.
El presidente de la AFA nunca quiso entregar el poder de la primera división y ahora busca recuperarlo. Foguea, a una distancia prudente, la revuelta y el golpe institucional de los clubes.
Vamos desde el principio de este conflicto.
Capítulo 1: rebelión
El 24 de diciembre del año pasado, 15 de los 26 clubes de la primera división, decidieron unirse y mediante una carta pidieron la remoción del presidente Marcelo Tinelli.
Concretamente, se pide hacer uso de lo establecido en el artículo 16 inciso 8 del Reglamento General de la LPF que habilita al Comité Ejecutivo -si es que tiene mayoría, como en este caso- a intentar remover a Tinelli del cargo.
¿Cuáles fueron los equipos? Independiente (el único de los cinco grandes), Argentinos Juniors, Gimnasia, Lanús, Aldosivi, Estudiantes, Godoy Cruz, Rosario Central, Huracán, Defensa y Justicia, Arsenal, Colón, Platense, Sarmiento y Central Córdoba.
Quizás la sorpresa más grande fue la firma de Argentinos Juniors, presidido por Cristian Malaspina, vicepresidente primero de la LPF.
Capítulo 2: respuesta
«Por mi formación y mis valores, considero a la desestabilización institucional un golpe artero, no solo a las autoridades que fueron legítimamente electas en forma oportuna, sino también a la vida de la organización que se trata de violentar”, escribió Tinelli en su carta y llamó a una reunión para el 11 de enero.
A pesar del intento de consenso, se sabía que no había vuelta atrás y comenzó la danza de nombres para presidir la liga.
Capítulo 3: candidatos tuyos, candidatos míos
El candidato de los firmantes (aunque con gran consenso de los clubes) fue Cristian Malaspina, presidente de Argentinos. No menor: también es el candidato impulsado por la AFA.
Con Malaspina, el órgano mayor del fútbol nacional vuelve a tener participación activa en las decisiones de la primera división. Es más, comienza a estar en tela de juicio si la LPF seguirá como la conocemos o todo volverá a depender de la AFA (aún al día de hoy sigue siendo una incógnita).
El candidato que intenta impulsar el “Tinellismo residual” es Sergio Rapisarda, presidente de Vélez Sársfield y secretario de la LPF. También sonó Mario Leito, presidente de Atlético Tucumán, vice tercero de la LPF y diputado nacional del Frente de Todos.
Capítulo 4: la fecha
Con el torneo ya iniciado, los dirigentes seguían en reuniones para decidir la fecha estipulada para realizar las elecciones.
La AFA propuso el 23 de marzo, pero esa fecha quedó de lado porque quien debe fijar el día por estatuto es el Comité Ejecutivo de la liga.
La reunión se realizó en el hotel Hilton, de Puerto Madero, y estuvieron presentes los clubes firmantes de la petición de remoción. Por su parte, Estudiantes, Patronato y Godoy Cruz, enviaron su firma digitalmente.
River, Boca, San Lorenzo, Racing, Atlético Tucumán, Banfield, Vélez, Talleres y Tigre, no estuvieron presentes.
Quedó definida la fecha del 31 de marzo pero luego se volvió a cambiar al 8 de abril. Hasta el 9 de marzo había tiempo para presentar las listas de candidatos.
Hasta el día de las elecciones, Tinelli seguirá al frente de la liga.
Capitulo 5: resistencia y más conflictos de poder
La única lista que se presentó fue la de Cristian Malaspina y solo habrá que esperar hasta el 8 de abril para que se termine de hacer oficial que se sentará en el sillón que dejará Tinelli.
Finalmente, el candidato de la AFA era el que iba a quedar al frente y el ente mayor volvía a tener el poder central. Lo que nunca quisieron soltar, lo volvían a recuperar.
El anteúltimo capítulo de esta historia (porque nunca es el último), ocurrió en la mañana de este miércoles cuando Marcelo Tinelli, aún en el cargo, envió un escrito a todos los clubes de la primera, notificando que había impugnado la lista de Malaspina y que pedía la nulidad de las elecciones por irregularidades.
En su escrito dice que “ningún candidato presentó la documentación respaldatoria y exigida por la reglamentación”.
Además, resalta la denuncia por la presencia de Hernán Arboleya en la lista, impedida por reglamento: en el anterior mandato fue vicepresidente y ahora es vocal suplente y según la carta publicada por Tinelli, «el Reglamento General de la LPF no permite que miembros no titulares de una comisión directiva de un club formen parte de la Mesa Directiva de la Liga Profesional».
Señala que lo que está sucediendo no es otra cosa que un “golpe institucional”, se queja de la designación de árbitros “a dedo” sin consultarle al Comité Ejecutivo de la LPF y denuncia que las futuras autoridades se han presentado en la sede de la LPF a “ocupar oficinas asignadas” y “darles instrucciones a los empleados (…) sin considerar que hay autoridades vigentes”.
La carta de Tinelli:
La AFA busca retomar el control total del fútbol argentino y Cristian Malaspina parece ser la llave para la reunificación.
Es más, hasta se rumorea que las oficinas de la LPF podrían mudarse de Puerto Madero a la sede de la AFA de calle Viamonte.
Ahora la pelota está del lado de Malaspina.
En el área chica y con todo el arco a disposición.