El 18 de mayo fue instaurado como el Día de la Escarapela Nacional por el Consejo Nacional de Educación en el año 1935.
La historia sobre su origen y colores dan cuenta de varias versiones y se remontan a principios de siglo XIX. El 18 de febrero de 1812 el Primer Triunvirato instituyó por decreto la escarapela nacional en colores blanco y azul celeste como distintivo de las Provincias Unidas del Río de la Plata.
Belgrano, afirma Felipe Pigna, se entusiasmó con el decreto y le respondió al Triunvirato, anunciándole que el día 23 de febrero de 1812, entregó las escarapelas a sus tropas para que «acaben de confirmar a nuestros enemigos de la firme resolución en que estamos de sostener la independencia de la América».
Acerca de los colores hay teorías varias. Unas sostienen que los colores blanco y azul celeste que los Borbones usaban para la máxima condecoración la “Orden de Carlos III” se replicaron en los penachos de los patricios y de allí a la escarapela, otros sostienen que los colores del cielo fueron tomados par representar el manto de la Inmaculada Concepción.
Cualquiera fuera la inspiración de los colores, hoy 18 de mayo de 2017 lo importante es reconfirmar sobre la escarapela y sobre los símbolos nacionales el sentido por el cual fueron creados: distinguirnos como Independientes en el más acabado sentido del término. Una tarea que no tiene fin, una acción y una actitud permanentes como la construcción misma de la Patria, la que hacemos juntos todos los habitantes de este querido suelo.
Fuente: fatlyf.org