En una de las postas de la gira de esta semana, el diputado provincial Alejandro Dichiara coincidió con la diputada nacional Victoria Tolosa Paz (también anda de recorrida por la provincia), recibidos por Marisol Merquel, presidenta del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
Fue en Pigüé (cabecera del partido de Saavedra), de donde es oriunda Merquel, y fácil es deducir que la trama política no estuvo ausente, al margen de las actividades protocolares que compartieron.
Visitaron la fábrica de medias Sox, empresa insignia del distrito, que produce prendas deportivas y de vestir, “con alto desarrollo tecnológico, que emplea a 127 personas y continúa expandiendo su producción e incorporando más y mejor tecnología”, según comentó la funcionaria.
También recorrieron el predio de La Pigüense, donde fabrican dulce de leche, crema y quesos, y estuvieron en el centro vacunatorio que funciona en la sede de la Universidad Provincial del Sudoeste.
Luego de cerrada la agenda pública se abrió la política en un almuerzo que los visitantes degustaron en el Club Sarmiento junto a concejales y al presidente del PJ local Hugo Corvatta.
El martes Dichiara recaló en Coronel Pringles, donde, en el local partidario recientemente inaugurado, brindó una conferencia de prensa en la que expresó: “Hoy, como otras veces en todas las sedes del Partido Justicialista de la sexta sección electoral, nos juntamos con los compañeros, debatimos sobre proyectos y propuestas locales pensando en el bienestar de cada uno de los vecinos de esta ciudad”.
Allí recalcó la necesidad de sostener la unidad de los peronistas “por la fuerza de nuestra historia, pensando en el futuro y hoy más que nunca debemos estar orgullosos de ser justicialistas, dejando de lado divisiones para trabajar con lealtad y compromiso para transformar el presente con las banderas de justicia social, soberanía política e independencia económica”.
En la intimidad del ex intendente montermoseño, según comentarios recogidos por este medio, su principal preocupación es la de trabajar para preservar la unidad del peronismo como reaseguro para aspirar al triunfo electoral en las próximas elecciones.
“Sería imperdonable que repitamos el error de 2015”, insiste ante sus interlocutores.
Es por eso que, pese a sus vínculos cercanos con el kirchnerismo, no toma partido en la disputa abierta entre los seguidores de Cristina Kirchner y de su hijo Máximo (a quien brindó fuerte apoyo para que presidiera el PJ bonaerense) y los que defienden la gestión del presidente Alberto Fernández.
Dichiara ha preferido mantenerse ajeno a las diferencias internas cada vez más notorias en el seno del poder para poner el centro en su objetivo de confirmar su liderazgo regional, lo que alimenta la inquietud de sus socios bahienses, insertos ellos en la indefinición sobre quién lidera el espacio en la ciudad cabecera de la sección electoral.
“El que gana gobierna y el resto apoya” sigue siendo su frase de cabecera. Por eso, entre otras posturas, sostuvo siempre su apoyo al acuerdo con el FMI, diferenciándose del hijo de la vicepresidente quien por su oposición a ello hasta abandonó la jefatura del bloque del FdT en Diputados.
En la misma tónica, a pesar de las discrepancias, Dichiara valoró al menos el gesto de la renuncia de Máximo Kirchner como forma de no obstaculizar la aprobación parlamentaria.
En la intimidad, como muchos otros peronistas, muestra su desagrado con la ofensiva internista contra el presidente de la Nación pero nunca lo reconocerá en público ni tomará partido, al menos “hasta que aclare”, es decir, hasta que quede en pie un liderazgo excluyente en el espacio, lo que en última instancia terminará dilucidándose a medida que se acerquen las PASO del año próximo.