La necesidad de los conquistadores de comunicarse con los pobladores de América hizo que, como parte de la misión evangelizadora y castellanizadora del gobierno español, se ordenara a los misioneros aprender las lenguas indígenas.
A medida que fue avanzando la ocupación y el contacto con distintos pueblos, lenguas y espacios, un nuevo vocabulario se fue incorporando al español.
Diarios como los de Colón y Crónicas de Indias relatan la progresiva incorporación de este nuevo léxico.
De todas las lenguas indígenas, las que tuvieron mayor influencia y penetración en el castellano son el guaraní, el nahúa, el maya, el quechua y el aimará.
Son indigenismos nahúas (México, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Honduras)
- Aguacate, proviene de áwakatl, testículos de árbol
- Cacahuete, de tlalcacahuatl, cacao de tierra
- Chicle, de tzictli, goma masticable
- Tiza, de tizatl, tierra blanca
- Petaca, de petlacalli, caja de petate
- Tomate, de Tomatl, agua gorda
- Apapachar, de apapachoa, abrazar con el alma o ablandar algo con los dedos
Provienen del guaraní
- Ananá, de naná naná, perfume de los perfumes
- Yacaré, de jakare, sobre el agua solo la cabeza
- Carpincho, de kapiÿva, señor de la hierba
Provienen del quechua
- Cancha, proviene de kancha y significa recinto, cercado
- Cóndor, de kuntur, ave mayor
- Carpa, de Karpa, gran toldo
- Chacra, de chakra, granja o estancia
- Mate, de mati, calabacita
- Pampa, de pampa, terreno llano
- Cura, de kuraq, jefe de una comunidad en el imperio incaico
Voces antillanas – arahuco – taínas que se incorporaron en los años inmediatamente posteriores a la conquista y que hoy forman parte del léxico hispánico:
- Barbacoa, de barabicu, carne cocinada sobre andamios de madera
- Caimán, de kaimán, reptil
- Hamaca, de hamaka, red para pescado
- Loro, de roro, ave
- Maíz, de mahís, fuente de vida