Hay palabras, no muchas pero las hay, que podrían confundirse con un diminutivo pero que no lo son.
Una de ellas es «bonito» (“pez teleósteo comestible”; “bello, lindo”), que proviene del vocablo en español antiguo “bono”, considerado este una evolución fonológica del latín bonus.
Así como reconocemos fácilmente que «apetito» «infinito» o «Benito» no son diminutivos y a nadie se le ocurre considerar la existencia de apeto, infino o Beno, lo mismo ocurre con bonito.
Pero, ¿cuál es el diminutivo de bonito? ¿Cuál es el término adecuado para atenuar o disminuir la característica denotada por esa voz?
Siguiendo las reglas para la construcción de los diminutivos ¿se podría optar por “bonitito”, “bonitico” o “bonitillo”?
Al igual que sucede con cualquier adjetivo o sustantivo, la palabra bonito puede formar su diminutivo utilizando cualquiera de los tres sufijos, ‘-ito’, ‘-ico’ e ‘-illo’, por lo que es válido decir «bonitito», «bonitico» o «bonitillo» sin incurrir en ninguna incorrección del idioma ya que las tres formas son válidas según lo confirma la RAE (Real Academia Española).
Reglas para los diminutivos
Los términos que aceptan sufijos diminutivos son sustantivos, adjetivos, algunos participios, gerundios y adverbios (sin género ni número estos dos últimos) y ni en singular ni en plural presentan dificultades al agregárseles estos, excepto los terminados en ese, zeta, o vocal tónica (donde la palabra tiene mayor énfasis).
Si la palabra termina en vocal átona, se suprime esta última. Sustantivo: gata/gat-ita, gatos/gat-itos. Adjetivo: travieso/travies-ito, travies-itos. Participio: muerta/muert-ecita, muert-ecitos, calmada/calmad-ita, calmad-itos. Adverbio: cerca/cerqu-ita, lejos/lej-ito-s (este adverbio conserva su ese final). Si termina en consonante se le agrega el sufijo a la palabra completa: árbol/arbol-ito, arbol-itos; ángel/angel-ito, angel-itos”.
Las palabras terminadas en vocal tónica la conservan: pie/pie-cecito, pie/cito, pie-cecitos, pie-citos; café/cafe-cito, café-citos; sofá/sofa-cito, sofa-citos”.
A las monosílabas terminadas en consonante se les agrega el sufijo sin alterar la palabra: bar/bar-cito, bar-citos; flor/flor-ecita, flor-ecitas; rey/rey-ecito, rey-ecitos; pan/pan-ito, pan-itos, pan/pan-ecito, pan-ecitos, pan/pan-ecillo, pan-ecillos; guion/guion-cito, guion-citos.
Las palabras agudas terminadas en ese, la conservan: país/pais-ecito, pais-ecitos, o país/ pais-ito, pais-itos; res/res-ecita, res-ecitas. Las monosílabas y las agudas terminadas en zeta, siguen la regla ortográfica que cambia esta por ce cada vez que se escribe delante de “e” y de “i”: maíz, maíces; raíz, raíces; pez, peces; cruz, cruces; voz, voces; nariz, narices.
Los diminutivos varían según el lugar y pueden ser ito, ico, illo, ececito, ececillo, ececico, ecito, ecillo, ecico. En España es usual leer “piececito” o “piececillo”, en Guatemala se prefiere “piecito”, mientras que en Costa Rica dirán “piececico”.