Para el filósofo y poeta estadounidense Ralph Waldo Emerson, «la lengua es el archivo de la historia». Todo lo que forma parte de la vida, las creencias y afanes de las sociedades humanas dejan huella en el idioma.
Los sucesos, lugares y personajes que conmemora la Semana Santa son un ejemplo cabal de su derivación en numerosas expresiones idiomáticas relacionadas con ese hecho histórico, utilizadas con frecuencia sin reparar en su origen.
Siendo la fiesta de la Pascua, según la fe cristiana, la celebración del paso de Jesucristo de la muerte a la vida, su resurrección, se tomó el término para utilizarse en el saludo durante estos días, considerándose la forma correcta el empleo del singular, ¡Feliz Pascua!, como aclaró en su momento la RAE ante la propagación del uso de “felices Pascuas”, fórmula que se emplea en España para las festividades del periodo navideño.
Enumeramos ahora algunas de las frases hechas, modismos y refranes originados en los relatos de los acontecimientos que se recuerdan en estos días.
Lavarse las manos
Se utiliza cuando alguien quiere eludir su responsabilidad sobre algún asunto o desentenderse de un problema que lo involucra.
Hace referencia al pasaje en el que Poncio Pilatos, gobernador de Judea, le cedió al pueblo la decisión de crucificar o no a Jesús, haciendo el gesto de lavarse las manos para mostrar que no le cabía responsabilidad en el fallo final.
Meter el dedo en la llaga
Utilizada para significar que se le hace daño a alguien al hablar sobre un tema que le puede resultar doloroso, está referido al relato del encuentro de Jesús resucitado con Santo Tomás, a quien, ante su incredulidad, le mostró las heridas de los clavos y se las hizo tocar para que creyera.
Llevar, o cargar, la cruz
También se usa la sentencia es una cruz. Hace referencia a tener que sobrellevar un problema o una situación de difícil solución, con obvia vinculación al hecho de que Jesús fue obligado a transportar el madero en forma de cruz en el que sería crucificado.
Hacerle la cruz a alguien
Con el mismo origen, se utiliza para significar que se ha “sentenciado” a alguien en el sentido de romper la relación con esa persona por algún problema o porque ya no se puede confiar más en ella.
Llorar como una Magdalena
Expresión muy utilizada cuando alguien llora mucho, sin consuelo, está relacionada con María Magdalena, una seguidora de Jesús que lloró su muerte a los pies de la cruz.
Pasar un calvario
Referido a que alguien está atravesando un momento difícil, complicado o muy malo, hace referencia al monte Calvario, el lugar donde crucificaron a Jesús.
Ser un Judas
Clara alusión a Judas Iscariote, uno de los doce apóstoles de Jesús, que según el relato lo traicionó «a cambio de 30 monedas», fácil es deducir su utilización para significar que alguien es falso o directamente un traidor.
La procesión va por dentro
La frase alude a alguien que está sufriendo mucho pero no lo demuestra, que disimula su dolor. Tiene origen en las caminatas callejeras religiosas que se realizan por Semana Santa en España, las que cuando por lluvias o mal tiempo se cancelan, los actos se realizan en el interior del templo.
En menos que canta un gallo
Frase para expresar que algo se hace con gran rapidez, de forma inmediata. Durante la última cena con sus apóstoles, Jesús predijo que uno de ellos, San Pedro, lo negaría tres veces antes de que cantara un gallo y así sucedió.
Originado en el mismo pasaje también suele utilizarse otro gallo cantaría, en este caso con el significado de que si algo se hiciera de otra manera se obtendría un resultado distinto.
Una barrabasada
Definida por la RAE como “acción que produce gran daño o perjuicio”, la expresión alude a Barrabás, personaje que estaba preso para ser crucificado pero que fue indultado cuando Poncio Pilatos dejó al pueblo la decisión de elegir entre él y Jesús, quien resultó condenado.