El otoño es una época del año maravillosa para disfrutar de la playa. Aunque naturalmente se asocia a estos paisajes con el verano y el calor, hay muchas razones que confirman que acercarse al mar, caminar en la playa o hacer actividad física sobre la arena, también en estos meses más fríos, aporta innumerables beneficios para la salud física y la emocional.
Quienes han tenido esa experiencia, no dudan en recomendarla y muchos buscan especialmemnte estos días otoñales para realizar sus verdaderas vacaciones, donde el descanso es real, lejos del ruido y del amontonamiento, y donde, además, se capitaliza la tranquilidad y la belleza del paisaje sin interrupciones.
Reducir el estres
Caminar sobre la arena es una forma efectiva de reducir el estrés. El sonido de las olas y la brisa del mar actúan como relajantes y proporcionan un ambiente tranquilo. Además, la playa menos concurrida durante el otoño, se convierte en un lugar silencioso y pacífico.
Diversos estudios demuestran que pasear caminando en la playa mejora la salud cardiovascular, porque la arena proporciona una superficie más suave y desigual que obliga a los músculos y las articulaciones a trabajar más para mantener el equilibrio y la estabilidad. Esto, junto a la brisa y el contacto con el mar brinda además las condiciones para que el ejercicio sea más cómodo.
Mejora el rendimiento físico y aporta vitaminas
Un estudio publicado en el Journal of Sports Medicine and Physical Fitness en 2015, examinó el efecto de caminar en la playa en la fuerza muscular de las piernas y en la capacidad aeróbica. Los participantes caminaron en la playa durante seis semanas y se midieron sus niveles de fuerza muscular y capacidad aeróbica antes y después del estudio.
Los resultados mostraron que caminar en la playa mejoró significativamente la fuerza muscular de las piernas y la capacidad aeróbica de qiuenes se habían sometido al estudio.
Aunque durante los meses de otoño los días son más cortos y la luz solar es menos intensa, la exposición al sol sigue siendo importante para mantener niveles saludables y caminar en la playa durante los días soleados puede ser una forma efectiva de obtener esta vitamina.
Científicamente comprobado
Un estudio publicado en el International Journal of Behavioral Medicine en 2016, examinó el efecto de escuchar sonidos naturales, incluyendo el sonido del mar, en el bienestar emocional de las personas.
Los participantes en la investigación, escucharon los sonidos naturales durante 10 minutos y luego completaron una encuesta para medir su estado de ánimo. Los resultados mostraron que escuchar el sonido del mar mejoró significativamente su bienestar emocional.
Otro estudio publicado en el Journal of Coastal Zone Management en 2015, examinó el efecto de la exposición a los sonidos del mar en la salud física y mental de los participantes, que estuvieron expuestos a los sonidos del mar durante 15 minutos, co el objetivo de determinar si ello puede tener un efecto calmante en el cuerpo.
Los resultados mostraron que escuchar los sonidos del redujo significativamente sus niveles de cortisol (una hormona asociada al estres) y la presión arterial de los participantes.
Otro estudio, publicado en el Journal of Alternative and Complementary Medicine en 2014, examinó el efecto de la terapia de sonido del mar en la ansiedad y el estrés en pacientes hospitalizados.
Los pacientes escucharon sonidos del mar durante 20 minutos al día durante tres días consecutivos. Los resultados mostraron que la terapia redujo significativamente los niveles de ansiedad y estrés de los pacientes.