“Master Gato, chef del Humor”, es el nuevo espectáculo que ofrece Ricardo Daniel Peters, más conocido por el “Gato Peters”, quien este viernes, desde las 21, se presentará a sala llena en el teatro Don Bosco de la vecina localidad.
Antes, el humorista carhuense radicado en Las Flores y con cuarenta años de trayectoria, dialogó con Noticias Monte Hermoso, anticipando que, como todos los años, va a estar en el Centro Cultural de nuestra ciudad en enero de 2023.
“El teatro es cultura y la risa es salud”, es el punto de partida para el ida y vuelta con este veterinario que se dedicó a hacer humor basándose en distintas costumbres de nuestra patria, pero más que nada de nuestra región, consiguiendo “material” y contando anécdotas de lugares y personajes de diferentes localidades y pueblos de la provincia de Buenos Aires.
“El buen humor debe romper con una línea de pensamiento, tiene que tener sorpresa, es decir poner algo donde no va, porque es la explicación que encontramos cada vez que nos reímos, por ejemplo, de un tipo que sale a la calle con una olla en la cabeza. La idea es apelar a la emoción, a hacer hincapié en algún objeto, sitio o recuerdo que nos llene el corazón de nostalgia”, sostuvo uno de los monologuistas más salientes de nuestra tierra.
“Hoy, el argentino vive con el alma apretada, con mucha angustia y una permanente incertidumbre, pero sin embargo no pierde las ganas de festejar, de hacer bochinche, de juntarse con familiares y amigos para abrazarse y pasarla bien, y eso termina siendo beneficioso para nosotros los artistas, aún sabiendo que la situación económica sigue siendo complicada”, reconoció quien ya lleva publicados tres libros de autoría propia.
El “Gato” apuesta a un humor refinado, campechano, de alto vuelo cultural y sin groserías.
«Hablo de la misma manera que lo hago en mi casa, porque nadie cría a sus hijos a las puteadas ni vive en permanente conflicto consigo mismo y con la sociedad»
“Gerardo Sofovich siempre me decía que el límite del humor es el buen gusto, y yo nunca quise sobrepasar esa línea. No hay que buscar situaciones forzadas, es necesario pensar siempre que el mensaje le tiene que llegar a alguien como vos, una persona con familia y que todos los días se levanta con la obligación de ir a trabajar”, indicó con conocimiento de causa.
“De alguna manera soy un comunicador, y es por eso que hay que tener mucho cuidado. Ya no se habla de la misma manera que hace cinco años, porque la cultura y la sociedad van mutando con ciertos valores íntimamente relacionados con el modernismo, la tecnología y nuevas formas de vivir. Es por eso que tenés que ir surfeando en las olas y actualizándote permanentemente para que no haya un mensaje distorsionado entre el emisor y el receptor. Igualmente no hay que ser más papistas que el papa; no es necesario mezclar temas ni hacer apologías que afecten la dignidad de personas, bienes o instituciones”, amplió.
“En realidad hablo de la misma manera que lo hago en mi casa, porque nadie cría a sus hijos a las puteadas ni vive en permanente conflicto consigo mismo y con la sociedad”, ejemplificó.
En relación a los últimos recitados que escribió, cuenta que “son estrictas monografías vinculadas a paisajes sociales y productivos del interior de esta bendita provincia”, aunque también tienen mucho de “vivencias de campo”.
Por último se refirió a los pedidos del público sobre narraciones antiguas que permanecen activas en la memoria de sus seguidores.
“El disco rígido solo me permite recordar quien me las contó y cual es el remate, pero no los detalles, porque le pongo tanto color a ciertas historias que es imposible recitarlas de memoria otra vez”.