El ministerio de Economía de la nación, que conduce Luis Caputo, confirmó que a partir del 2 de septiembre la alícuota del Impuesto País bajará del 17,5 al 7,5 por ciento para la importación de bienes y fletes.
Según cálculos oficiales, la rebaja significará una merma del 40% en la recaudación tributaria.
La rebaja del impuesto implicará un abaratamiento del dólar comercial al que acceden los importadores, que pasará de 1.116 pesos actuales a unos 1.004 pesos. Sin embargo, las autoridades económicas no esperan una avalancha de operaciones, debido al stock acumulado de bienes importados y la caída de la demanda por la baja actividad, que se refleja en la caída del 26% de las importaciones.
Analistas estiman que más allá de los factores internos la medida es una clara señal hacia las negociaciones que el gobierno de Javier Milei quiere emprender con el Fondo Monetario Internacional (FMI), en medio de las tensiones que genera con el organismo la continuidad del cepo cambiario y la negativa a aplicar una nueva devaluación.
La rebaja no alcanza por ahora al turismo en el exterior
En un principio se especuló con la posibilidad de que la rebaja incluyera también a gastos de turismo en el exterior, pero el ministro dejó en claro que, al menos por el momento, se circunscribirá a la importación de bienes y fletes. Por lo que la reducción para paquetes y viajes internacionales deberá esperar.
Según informó el lunes el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) durante julio, plena temporada alta en el turismo invernal, ingresaron al país 959.000 visitantes, mientras que las salidas al exterior alcanzaron a 1.190.400 residentes, por lo que el sector turístico dejó un saldo negativo de 231.400 viajantes. Una reducción en la alícuota para gastos de turismo en el exterior podría impactar fuertemente en las alicaídas reservas del Central.
Hace pocos días, el gobierno anunció la eliminación, a partir del 1 de septiembre, de las retenciones a cuenta del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto a las Ganancias para las ventas de pequeños comercios que cobren con tarjetas. Entre ellos, están incluidas las agencias de viaje, que ahora aguardan que la inminente quita del Impuesto País incluya también las operaciones turísticas.
«El turismo es una de las industrias que más impuestos tiene dentro del mercado, por lo cual siempre es una buena noticia que se reduzca la carga impositiva porque redunda en beneficios para los consumidores y el sector turístico», comentaron fuentes de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT).
Los empresarios del sector estiman que «si baja el Impuesto País, bajan los paquetes en pesos porque baja el dólar turista. Habría que ver qué pasa en el mercado cambiario en general. En cuanto a IVA y Ganancias es un tema financiero, ayudaría a que más establecimientos fomenten el pago con tarjeta, lo que mejora la salud financiera de las agencias».
Según un operador, la retención que le hacen a las agencias, implica un costo financiero: «Ese dinero que se lo queda el Estado antes de que la empresa tenga la obligación de pagar el impuesto obviamente genera un costo que complica la operatoria».
Con respecto al Impuesto País, se muestra convencido de que «van a bajar los precios en pesos y el precio en dólares seguirá siendo el mismo. Lo que va a bajar es el tipo de cambio del dólar turista; desde ya que cualquier baja de impuestos es un alivio para las empresas. De ahí a que bajen los precios va a depender de qué pase con el precio del dólar».
El empresario cita un ejemplo: «hoy un pasaje que cuesta US$1.000, alrededor de un millón de pesos (oficial) más el 30% de las percepciones más el 30% del Impuesto País, termina costando 1,6 millones. Si se suprime este último 30%, el pasaje pasa a costar $1,3 millones. Costaría 300 mil pesos menos pero el precio del pasaje seguirá siendo de 1.000», señaló.