Afónico pero feliz. Así volvió Miguel Sotelo de Chapadmalal, donde el hándbol menor bahiense (chicas y chicos nacidos entre 2008 y 2009) vivió cinco días de gloria en el torneo Argentino de Selecciones, desarrollado entre el lunes 22 y el viernes 26 de agosto en la ciudad balnearia del partido de General Pueyrredón, provincia de Buenos Aires.
La Asociación Bahiense de Handball (ABH), que tiene rango regional, agrupa actualmente a representativos de Bahía Blanca, Pigüé y Punta Alta; y años atrás participó también Coronel Dorrego.
Sotelo es el entrenador del equipo masculino que logró el subcampeonato, lo que le permitió ascender al Nivel B, aunque el batacazo lo dieron las mujeres, que consiguieron el título en la divisional B y a partir de 2023 serán de la A.
“Es un orgullo enorme, por el compromiso, la dedicación y el compañerismo de un grupo de jugadores con ansias de progresar, y eso no hace más que reflejar la actualidad de este deporte en nuestra ciudad”, dijo el “Profe” actual de las distintas categorías formativas de Universitario.
Del conjunto bahiense (en la Zona clasificatoria superó a La Rioja y a Salta, rival al que volvió a vencer en semis antes de conocer la derrota en la final frente a Formosa), tomaron parte 14 handbolistas, de los cuales 12 eran de Uni, uno de Estudiantes y el restante del CEF de Pigüé, uno de los elencos invitados que participan de los certámenes de la ABH.
“Hace seis años que estoy como técnico y coordinador en Universitario, donde se trabaja con mucha consciencia en la formación, con una base sólida de jugadores y respetando una línea coherente que arranca en infantiles y termina en Primera división”, resaltó “Maikel”, como lo llaman desde los más chiquitos hasta los más grandes.
“Teniendo en cuenta todas las categorías, Uni cuenta con 30 equipos, y solo en menores, cadetes y mayores, en rama masculino, presentamos A y B”, subrayó sin inmutarse y queriendo informar todo al mismo tiempo.
–Teniendo en cuenta que no es una actividad deportiva de las más populares, ¿cómo hacen para captar a los más chiquitines, a los que recién empiezan a pensar en jugar “a algo”?
–En los colegios, a nivel primario y secundario, el hándbol siempre fue una actividad muy elegida por los Profes, aunque últimamente se dieron varios cambios en la estructura pedagógica de la Educación Física que no ayudaron a que los clubes se puedan nutrir de las escuelas para conformar sus distintas divisiones, y me refiero, más que nada, a los deportes grupales.
“No fue un salto de calidad para la Educación Física que en los distintos grados y cursos hayan mezclado a nenes con nenes y que las clases de gimnasia sean mixtas. Todo lo contrario, y te explico por qué: el hándbol es un deporte de contacto, y no es positivo, desde el punto de vista del crecimiento y el desarrollo en la disciplina, que alumnos y alumnas de sexto grado (13 o 14 años), por ejemplo, practiquen enfrentándose entre sí. ¿A qué voy? Quiero que se entienda, la diferencia corporal, fisiológica y de fuerza entre un chico y una chica de esa edad, puede generar roces, golpes y distintos inconvenientes con consecuencias determinantes”.
– ¿Por ejemplo?
– Que la chica se frustre y el varón no le encuentre sentido a una clase o a un entrenamiento muchas veces sin equivalencias, porque la realidad indica que no es lo mismo enfrentar, marcar o encarar con pelota en mano a una mujer que a alguien de su mismo sexo. Entiendo que quieran hacer prevalecer la inclusión, aunque eso genera un montón de contras, siempre hablando del aspecto deportivo y competitivo, y yo no estoy de acuerdo.
“Este es un punto importante a tener en cuenta para que los chicos no hagan el pase del colegio al club, aunque también influye la mala formación en los Institutos Docentes. Hace mucho que me recibí, pero en mi época el deporte (básquet, vóley o el que sea) como materia lo teníamos durante tres años consecutivos, mientras que ahora solo lo tratan un semestre o un cuatrimestre. Lamentablemente no alcanza, porque el profesional que comienza a ser docente, por lo general, elige dar el deporte que le gusta y no aquel que vio, con escasa intensidad y casi por arriba, en el Instituto donde estudió”.
– Muy claro.
– Debido a eso y a lo que expliqué anteriormente, los Profes eligen no hacer deportes de contacto y se inclinan por el vóley, el sófbtol y el “pata sóftbol”, que no está mal, ojo. El hándbol y el básquet, muy poco, me animaría a decir que cada vez menos.
– La pandemia, ¿no fue otro factor determinante para que los chicos elijan otra actividad y se alejen del deporte?
– Sí, totalmente de acuerdo, tuvo una gran incidencia. También es cierto que después de la pandemia los clubes prácticamente no apostaron por la captación. ¿Qué hacemos en Uni?, acuerdos con colegios para que yo, o algunos de los ayudantes técnicos que trabajan conmigo (Lucía Núñez y Felipe Etchebarne, ambos estudiantes de EF), vayamos a una clase a observar, por ejemplo, a chicos o chicas de un sexto grado. En mi caso, los hago jugar, les explico ciertos fundamentos y los invito a que el hándbol sea una opción en sus vidas extraescolares.
“No solo les informo lo que es Universitario, les pido que se acerquen a cualquiera de las entidades que forman parte de la Asociación Bahiense. La idea es que se incremente el nivel, que se formen más equipos para hacer crecer la competencia”.
Justamente la “competencia”, tan acotada en la ciudad. En mayores femenino intervienen Universitario, Bahiense del Norte, Estudiantes, Tiro Federal y la UNS, mientras que en mayores masculino lo hacen Uni A y B, Bahiense del Norte, UNS, Estudiantes, Tiro y el CEF de Pigúe.
– ¿Y en las formativas?
– En Menores, del campeonato local, participan Uni A y B, Estudiantes, un equipo de Punta Alta y uno de General Acha, que se suman como invitados.
“Este año, en esta categoría, se dio algo bastante raro: los equipos que vienen a enfrentar a Uni A están compuestos, en su mayoría, por chicos que recién arrancan en la actividad, entonces salen partidos con marcadores muy abultados. Y eso no le sirve a nadie, ni a los que ganan 20 a 0 ni a los que pierden por goleada. Hay que encontrarle la vuelta, buscar un equilibrio para que el juego sea más formativo y no tan desparejo”.
– Claro, es un círculo muy chico, jugás siempre frente a los mismos rivales.
– Exacto. En Mar del Plata, por ejemplo, existe una competencia sistemática en una amplia zona de influencia, extensiva a Miramar, Necochea y alrededores. Juegan entre sí 10 o 12 equipos muy bien preparados, y eso a nosotros nos condiciona muchísimo.
“Así y todo, este año en la Feliz se creó un proyecto 2022-2028 de formación para jugadores menores y cadetes, primero a nivel local y luego haciendo hincapié en un selectivo regional. En esa convocatoria quedaron seis menores de Uni, quienes hace 25 días atrás entrenaron con chicos de Mar del Plata, Tandil, Los Toldos, etc”.
¡Vuelve el Intercolegial!
“Este lunes, organizado en forma conjunta por la Jefatura de Educación Física y la Asociación Bahiense de Hándbol, ponemos en marcha el torneo Intercolegial después de muchos años, el que con tanto cariño y esmero supimos llevar adelante Profes que hoy ya estamos jubilados”, deslizó, con conocimiento de causa, Miguel Sotelo.
“El que arranca ahora es exclusivo para alumnos de primer y segundo año de secundario, y en octubre será el turno de la etapa primaria (quinto y sexto grado)”, detalló claramente quien también trabajó como PF en Liniers (fútbol y básquet), además de haber sido docente en las Escuelas San Cayetano, EET Nº 4, EGB 78 y Media 14.
– ¿Como es la actualidad del hándbol en Bahía?
– Pese a todo estamos fortalecidos. Para muestra sobra un botón, y dos embajadores de este deporte están brillando a otro nivel: Micaela Luzarreta, formada en Uni, actualmente en Ferro y convocada a la Selección Juniors de Argentina, y Gino Del Curto, surgido en Estudiantes y hoy en Portugal.
– Si no es por intermedio de la escuela, ¿cómo captan o incentivan a los chicos para que practiquen hándbol?
– El boca a boca es fundamental. El que viene y se engancha, seguramente se lo va a comentar a un compañerito, y así funciona la cadena. Igualmente es muy difícil incrementar el número en las distintas categorías, porque ya casi no existe ese Profe que te dice: “mirá, te traje a este pibe que juega bien al hándbol”. No existe por el simple hecho de que este deporte prácticamente dejó de funcionar recreativamente en colegios públicos y privados.
Y volvió sobre sus pasos: “en infantiles, al ser un grupo mixto, la franja va entre 6 y 12 años, y compiten entre sí en canchas de 20×40, y eso no es lo ideal porque no se puede potenciar ni el que juega bien ni el que recién empieza. Esto nos llevó a reflexionar, y hace un mes propusimos encuentros para minihándbol, con canchas transversales de 20×20, cinco contra cinco y con las áreas reducidas. En los goles se repone desde los arcos, dividimos a los equipos por edades y no importa el resultado”.
Pensando en el 2023, Sotelo adelanta que Universitario comenzará con la segunda etapa del proyecto: trabajar con jugadores nacidos en 2009, 2010 y 2011.
En junio que pasó, el equipo menor de Uni se quedó con el primer lugar en el Regional de Trenque Lauquen, lo que le permitió ascender al Nacional C de clubes 2023.
Hoy en Uni, practican 25 infantiles y 32 menores.