Martín Rendón es el responsable de hacer realidad este sueño que un poco todos tenemos. Tener una calesita.
Junto con un amigo decidieron plasmar ese proyecto en Monte Hermoso. Con la sonrisa de los eternos niños que todos somos, proyectaron un hermoso lugar para instalar un carrusel.
La alegría se escapa de los ojos de Martín. Nos cuenta con emoción, felicidad y expectativa, este proyecto que no solo contará con un hermoso carrusel de ocho metros por seis de alto, que tiene 800 luces y por supuesto tiene sortija y es todo fileteado artesanal, sino que también será un hermoso lugar de encuentro para niños y grandes.
Se instalará en la Plaza Parque General San Martín, sobre la calle Patagonia, y allí contará también con otros juegos.
“Presentamos un proyecto en el municipio y les encantó la idea. Presentamos planos, fotos, cómo lo íbamos a dejar… el carrusel es nuevo, está hecho a mano por artesanos y es precioso”.
Nos cuenta que tenían planeado traer dos dinosaurios que se mueven y rugen, pero que por el momento esto no será posible debido a las restricciones con las importaciones (vienen desde China). En otro rincón, hacia el centro de la plaza, se instalará un gorila gigante que será para que los niños –y por qué no los no tan niños– se saquen fotos. Máquinas de peluche, autos y trenes que suben y bajan para los más pequeños, un carrito de pochoclos, un buffet con venta de panchos, bebidas, helados, jugos y gaseosas, una máquina de helados y una máquina de café; con unas mesitas para que se sienten los padres y abuelos que no van a querer perderse este paseo.
La superficie a ocupar ya tiene realizado el piso de los sectores que llevan baldosones, ya están puestas las rejas, que son de una casa colonial de Bahía Blanca, que tienen 100 años, “las hicimos arenar, pintar, quedaron hermosas”, nos cuenta con entusiasmo y se imponen dando un marco hermoso a este lugar.
El espacio del predio es de 500 metros cuadrados y cuando repasamos con Martín los lugares destinados para cada cosa que él nos cuenta, ya podríamos decir que el lugar queda chico.
“Hay cosas que ya no las vamos a traer porque no tenemos lugar, quisimos dejar varios sectores verdes, un cerco vivo alrededor (completando los portones y las rejas), unos árboles, otro cerco vivo alrededor del carrusel. La entrada será por el interior de la plaza, si bien el acceso al lugar tendrá dos entradas, una por la plaza y la otra por la calle Patagonia.
“Hay chicos que no saben qué es una calesita”, dice incrédulo, porque la gente pasa y pregunta qué se va a instalar en este lugar. Y nos cuenta que muchas veces los niños preguntan qué es una calesita. Y ese fue el motor de este proyecto. No solo volver a las felices épocas de nuestra infancia, a recordar el maravilloso momento de ir a la calesita, de elegir el personaje o el animal donde nos íbamos a sentar, el cuidado de saludar a mamá que desde abajo nos mira con felicidad y la maravillosa expectativa de “sacar la sortija”. No solo porque nos aseguraba una vuelta más, sino porque la sortija en sí es el mejor momento de esa vuelta en calesita.
“Estamos contentos, más allá de que esto es un negocio, estamos contentos”, confiesa con una sonrisa en el rostro. “Más allá del negocio, lo hacemos porque nos gusta lo que estamos haciendo”, ampliando con que ellos se dedican a la construcción en seco, tienen una empresa instalada en nuestra ciudad.
La idea es inaugurarla el 15 de diciembre y si bien los trabajos avanzan rápidamente, nos dice Martín que aún faltan cosas: “Estamos medio ajustaditos, pero si no llegamos para diciembre será para el primero de enero. El carrusel no nos preocupa tanto porque se arma en cinco días, pero falta terminar otras cosas. Estamos justos con los tiempos”.
Nos relata, además, que al municipio le encantó la idea del proyecto y que los aspectos administrativos llevaron su tiempo (también tuvo que pasar por el Honorable Concejo Deliberante la aprobación de esta licitación). Detalla que es un grupo de personas que van haciendo las distintas partes, unas ocho personas para poner el piso, otras cinco para las columnas y los portones; en el armado del carrusel serán seis o siete personas trabajando, hay mucha gente involucrada en el proyecto.
La idea es que esté abierto durante todo el año: “Queremos que se abra todo el año, que la idea sea para los chicos de Monte Hermoso, que puedan venir, organizar algún cumpleaños, invitar a jardines sin cargo”, nos dice entusiasmado y vuelve a agradecer al municipio que también colaboró para hacer posible esta idea.
Martín no perdió nunca su sonrisa y el brillo de sus ojos por la ilusión y alegría que esta propuesta les da. Nosotros tampoco.
Así que quedamos al aguardo de la invitación para su inauguración, que esperamos sea en los plazos previstos.