En el orden nacional las generales del domingo 22 de octubre determinaron la necesidad de elegir al presidente de la nación en segunda vuelta entre los dos candidatos más votados, dado que no se cumplieron las formalidades previstas para evitarla: que alguno alcanzara el 45 por ciento de los votos positivos o entre 40 y 45% aventajando por al menos 10 por ciento al segundo.
Sergio Massa, de Unión por la Patria lideró con 36,68%; Javier Milei, La Libertad Avanza, obtuvo 29,98%; Patricia Bullrich, 23,83%; Juan Schiaretti, Hacemos por Nuestro País, 6,78%; y Myriam Bregman, Frente de Izquierda, 2,70%.
Expresado en cantidad de votos, 9.645.983 para Massa; 7.884.336 Milei; 6.267.152, Bullrich; 1.784.315 Schiaretti; y 709.932 para Bregman.
Se registraron, además, 554.161 votos en blanco (2,04%); 224.864 nulos; y 29.932 recurridos o impugnados.
La concurrencia fue de 77,65 por ciento del padrón (unos 27 millones de casi 35 millones de electores)
Hay indicios que habilitan a suponer que se reducirá la participación y que aumentarán los porcentajes de votos negativos (en blanco o nulos).
Comparando con las PASO, el único candidato que sumó una considerable cantidad de sufragios fue Massa. En agosto pasado, Milei había obtenido 7.116.352 votos (30,04%); JxC (Bullrich y Larreta), 6.698.029 (28,27%); UxP (Massa y Grabois), 6.460.689 (27,27%); y Schiaretti 907.437 (3,83%).
Si tan solo se aplicara la lógica matemática, bastaría con sumar los votos de las dos fuerzas opositoras para presagiar un probable triunfo, ajustado, de Milei, lo mismo que para considerar casi una quimera que Massa lograra resultar electo cuando los números señalan que algo más del 63 por ciento de los votantes podría considerarse opositor al oficialismo que representa.
Pero la política no es una ciencia exacta y por eso no siempre dos más dos da cuatro en los análisis. Hay multiplicidad de factores que se ponen en juego para las decisiones, personalísimas, de quienes ejercen su derecho de elegir.
En la disyuntiva actual hay muchas consideraciones por hacer y hechos por verificarse para decidir entre las tres opciones que se presentan (incluyendo el voto en blanco y hasta la no concurrencia).
Del lado de los candidatos, suele decirse que más importante que el desvelo por ganar las elecciones debe ser la preocupación por no perderlas. Por eso será interesante seguir de cerca lo que cada uno de los aspirantes haga para evitar errores antes que acertar en su campaña en el tiempo que resta hasta el 19 de noviembre.
En Monte Hermoso
En las PASO, en nuestro distrito, sin candidatos locales, Javier Milei, obtuvo 1.322 votos para presidente, el 21,76%; UxP (Sergio Massa y Juan Grabois) sumó el 39,74 por ciento (2.414); y JxC (Patricia Bulrrich y H. Rodríguez Larreta) el 27% (1.640). Hubo 1.169 votos en blanco (19,05%).
En las generales UxP (Massa) sumó casi tres puntos llegando a 42,20% (2.672 votos) y LLA (Milei) casi ocho, 29,48% (1867). JxC (Bullrich) perdió casi cinco puntos, 22,38% (1.417 votos).
Dando por sentado que el oficialismo mantendrá activa a su militancia para conservar el caudal de votos para su candidato a presidente, el dato crucial a develar es saber la capacidad que puedan tener para “militar” el voto y fiscalizar la elección los escasos dirigentes que se atribuyen la representación del libertario en el distrito.
Otro interrogante que permanecerá abierto es cuál será ahora el comportamiento electoral de los 1.400 que votaron la opción Bullrich y de los 1.500 que aportaron al 22,60 por ciento de voto en blanco registrado en las elecciones del pasado domingo 22.
Las previsiones solo pueden sugerir la posibilidad de que el peronismo montermoseño repita los números en el balotaje. En cambio, es todo una incógnita lo que pueda agregar la lista de Milei.